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Un trabajo de décadas en diferentes ámbitos artísticos

Antonio Suárez destacó como pintor abstracto y su huella puede seguirse en diferentes obras en toda Asturias

Luis Muñiz, en el puerto deportivo de Gijón. MARÍA GÓMEZ

Del taller gijonés de Luis Muñiz han salido importantes trabajos de restauración en distintos ámbitos culturales de la región, como la portada principal de la iglesia de Santa Eulalia de Morcín, la restauración de La Escalerona o el desmontaje y traslado de las esculturas de Navascués en Gijón. El trabajo sobre las vidrieras de Antonio Suárez es el último de una larga serie de actuaciones emprendidas por el taller de Muñiz en sus 30 años de profesión, y está previsto que entre hoy y mañana ya comience el montaje en el acceso del HUCA.

El trabajo sobre las vidrieras de Antonio Suárez ha supuesto también una satisfacción por la relevancia del artista, fallecido en el año 2013. Suárez también diseñó las vidrieras de la Facultad de Letras de la Universidad de Oviedo y se encargó de los trabajos del Oratorio de la Escuela Industrial de Gijón, del Palacio de los Deportes de Oviedo o del pavimento del Paseo de los Álamos en el Campo San Francisco en Oviedo.

Suárez fue para muchos uno de los mayores representantes del arte español del siglo XX, destacado pintor, miembro fundador del Grupo El Paso junto con el escultor Pablo Serrano y los pintores Juana Francés, Manolo Millares, Manuel Rivera, Luis Feito, Antonio Saura y Rafael Canogar. Su huella está muy presente en Asturias, y desde esta semana podrá ser contemplada de nuevo en todo su esplendor.

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