La Policía Local denunció el pasado fin de semana a una docena de conductores acusados de arrojar un resultado positivo en los test de alcoholemia a los que fueron sometidos. Seis de estos ciudadanos fueron detenidos como presuntos responsables de un delito contra la seguridad vial al haber superado en las pruebas la tasa de 0,60 miligramos de alcohol por litro de aire espirado, lo que se considera una infracción castigable con pena de cárcel desde la última reforma del Código Penal.

Según la estadística del área de Tráfico del Ayuntamiento de Gijón el abuso del alcohol estuvo detrás del cinco por ciento de los accidentes de circulación que tuvieron lugar el año pasado dentro del casco urbano.

Los funcionarios de la Jefatura de la calle San José arrestaron además a otros dos conductores por diversos motivos. Uno de ellos fue sorprendido al volante después de que se le hubiera retirado el permiso por pérdida de puntos mientras que el segundo arrestado no había obtenido nunca el permiso de circulación.

En lo que respecta al control de los establecimientos de hostelería, la Policía Local denunció, previo requerimiento vecinal, a los propietarios de dos bares: uno de ellos está acusado de incumplir el horario de cierre mientras que al segundo se le imputa no haber presentado ante los agentes licencia de apertura.