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Periodista

Durruti organizó el atraco al Banco de España en el salón del Café Dindurra

La innovadora farmacia Castillo sacó al mercado el kéfir y los primeros yogures de toda España

Una vista del Café Dindurra. COLECCIÓN VICK

Tras la existencia de la gran carretera entre Oviedo y Gijón digamos que las comunicaciones entre la capital y la primera villa industrial asturiana se incrementaron de forma espectacular por las obras y negocios comunes. La problemática del futuro del carbón ya estaba entonces sobre la mesa, por lo que el líder Manuel Llaneza se reunió con el presidente del Directorio Militar, el general Primo de Rivera, a fin de informarle de que si la producción no era mayor se debía a la mala organización empresarial, mientras que el general le anunció que no se podía continuar con el régimen de ayudas al carbón pues resultaba demasiado oneroso para el Tesoro del Estado. A finales de año, el puente sobre el río Piles se derrumbó y un automóvil cayó a las aguas. El año de 1923 pasaría a la historia de Gijón por la inauguración de la Farmacia Castillo , la muerte de la librepensadora Rosario Acuña y el atraco al Banco de España.

Como "acontecimiento artístico" calificaron la inauguración de la "Farmacia Castillo". El 13 de enero de 1923, Juan Castillo abre oficialmente la farmacia que ya su padre había puesto en marcha una década antes en el bajo del número 42 de la calle Corrida, donde anteriormente había habido una zapatería, con laboratorios de análisis con métodos innovadores gracias a sus constantes viajes por los más importantes congresos europeos, lo que motivó la denuncia por intrusismo de los farmacéuticos, dado que Justo del Castillo carecía de titulación para semejantes menesteres. Pero cuando su hijo Juan del Castillo inaugura la nueva farmacia con todas las de la ley, el evento fue calificado como "acontecimiento artístico" ya que había logrado una auténtica obra de arte en la que primaba la estética del renacentismo español, en el portal más feo y desvencijado de la calle Corrida. Pero no solo por sus muebles, lienzos y decoración puede destacar una farmacia, sino por sus productor y ahí fue donde la Farmacia Castillo dio su do de pecho, con la creación de especialidades farmacéuticas que nadie podía comercializar y que tuvieron un gran éxito no solamente en toda España, sino también en Marruecos, Francia y hasta en Las Filipinas. Las "Sales Castillo", el "Anestésico Castillo", el "Perborato Dental Castillo" -que hasta fue comprado por la Casa Real-, el "Agua Cutánea", el producto dietético kéfir y hasta los primeros yogures naturales salieron de aquellos laboratorios, por lo que los gijoneses pueden tener como orgullo el haber sido los primeros consumidores de estos alimentos puestos en boga muchas décadas después.

Rosario Acuña murió en plena soledad. A primeros de mayo murió Rosario de Acuña y Villanueva, la gran luchadora por propagar las ideas más avanzadas dando ejemplo a los que parecían menos hombres que ella, pero cuando el espíritu de protesta mermó en su carácter viril, totalmente desengañada de la falta de éxito de sus ideales, la escritora quiso retirarse a una vida íntima en la soledad de su casa en el promontorio de El Cervigón, en La Providencia.

Su obsesión siempre había sido habitar en un cabo de la costa Cantábrica, por lo que el Ateneo Obrero hizo todas las gestiones para que pudiera cumplir su sueño y residir en Gijón. Así que aquí llegó cuando ya había superado los cincuenta años de edad acompañada por Carlos Lamo Jiménez y dedicando su soledad a la creatividad con escritos plagados de pensamientos muy adelantados a su tiempo.

Víctor Guerra ha escrito de la librepensadora madrileña que fue un "verso suelto dentro de la masonería aunque encarnaba maravillosamente los ideales masónicos". Durante la ceremonia de iniciación tomó el nombre simbólico de "Hipatía", pero no encajó muy bien en el modelo de las logias de Adopción que trataban de lograr mujeres tolerantes y sensatas que pudieran desempeñar adecuadamente sus funciones de madre y esposa. Rosario Acuña estaba más en la línea de aquellas otras masonas que se atrevieron a transgredir las normas establecidas y pasar a reivindicar un papel menos sumiso con respecto a los hermanos masones? Sí a ello unimos sus períodos de misantropía, su fuerte carácter heterodoxo que le hacía salir fuera de cualquier convencionalismo, así como su permanente movilidad, la convierte en una buena exégeta de los misterios masónicos y difusora de los ideales masónicos bajo su peculiar prisma, pero tal vez algo incómoda para el trabajo cotidiano en logia?Un planteamiento donde entra en juego la equidad con el género masculino y ante el cual las mujeres debían trabajar para elevarse, en las esferas de la inteligencia, la vida moral, el arte teniendo claro que nuestros cuerpos y nuestras almas quedarán destrozados por los sombríos rencores de la ignorancia y los egoísmos".

Tras su fallecimiento en la más estricta soledad una impresionante manifestación de duelo, con asistencia de más de dos mil personas, la despidió en su entierro en el cementerio civil de Gijón.

Durruti organizó el atraco al Banco de España en el "Dindurra. El leonés Buenaventura Durruti consideró que el salón con sillones acolchados del Café Dindurra -donde eran habituales las conspiraciones de todo tipo- era el sitio perfecto para pasar desapercibido en el montaje del atraco al Banco de España, en la calle del Instituto. Una vez decidido con toda meticulosidad el plan de asalto, el 1 de septiembre de 1923, a las nueve de la mañana, un grupo de pistoleros apodados "Los Solitarios" -Buenaventura Durruti "Boina", Gregorio Martínez Gazán "Toto", Rafael Torres Escartín, "el Catalán" y el "Jerez"- entraron en la sucursal del Banco de España, en la calle del Instituto. Los empleados estaban preparando el pago de las nóminas y al director Luis Azcárate le pegaron en el cuello un tiro mortal llevándose un botín de de 565.525 pesetas, tras de lo cual se fueron hacia la calle de Begoña, donde les esperaba un coche gris que conducía Florentino Acebal, en el que huyeron en dirección a Oviedo y que abandonaron a la altura de Lugo de Llanera para desaparecer sin dejar pista alguna.

El genial Ladislao de Arriba -el padre de Lalo Azcona- narró con su socarronería habitual a Javier Morán en LA NUEVA ESPAÑA un dato más del famoso atraco al Banco de España: "mi abuelo, el ayudante de caja Ramiro de Arriba se negó a echarse al suelo: "Tengo rota la cadera". "Entonces serás tú el que nos llene la bolsa con los paquetes de billetes", le replicó Durruti. Nacido al año siguiente, en 1924, el periodista Ladislao de Arriba "Ladis" sentenció que así fue cómo mi abuelo colaboró con el anarquismo".

El general Primo de Rivera impuso un directorio militar y Franco se casó con Carmen Polo. Doce días después del atraco anarquista a la sucursal del Banco de España en Gijón, el general Miguel Primo de Rivera, capitán general de Cataluña, dio un golpe de Estado, con el beneplácito del rey Alfonso XIII y puso a la nación a las órdenes de un directorio militar.

Y el 22 de octubre de 1923, en la iglesia San Juan el Real de Oviedo -en una ceremonia apadrinada por el rey Alfonso XIII- tras un largo noviazgo dada la oposición de la prestigiosa familia ovetense de la novia, al fin contrajeron matrimonio María del Carmen Polo y Martínez Valdés -quien iba vestida con un traje blanco prendido de azahar y muy valiosas joyas, lo que iba a ser en ella una constante existencial- con el jefe del Tercio de Extranjería, comandante Francisco Franco Bahamonde. La luna de miel la pasaron en la mansión familiar de San Cucufate de Llanera.

En aquellos tiempos pretéritos, el padre de la novia, el abogado carlista de origen palentino Felipe Polo y Flórez, no se cortó un pelo al declarar con una petulante ostentación a los medios de comunicación: "Casar a mi hija con un comandante de Infantería es comparable a hacerlo con un torero".

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