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La gran manifestación

La ciudad acogió hace cuarenta años una marcha para pedir amnistía y libertad, la mayor protesta asturiana desde el final de la Guerra Civil

Una niña encabeza la protesta y, sobre estas líneas, la manifestación se abre paso por la calle Jovellanos. JOSÉ MANUEL NEBOT

Era domingo y no se habían cumplido aún ocho meses de la muerte de Franco, el general que había gobernado España como si fuera un cuartel prolongando una de las dictaduras más longevas del mundo. Hacía apenas diez días que el nuevo rey, Juan Carlos I, fulminaba al presidente del Ejecutivo, el recalcitrante franquista Carlos Arias Navarro. Su elegido para el puesto era Adofo Suárez. Comenzaba el aristado proceso de lo que ha venido conociéndose como la Transición, el complejo camino español hacia la democracia. Los partidos políticos eran aún ilegales, incluido el PSOE. También los sindicatos.

Un 11 de julio en el que muchos gijoneses escrutaban el cielo en busca de los signos del verano. También miraban hacia las calles. Coordinación Democrática de Asturias había convocado para ese día una manifestación. La oposición al franquismo exigía la amnistía de los presos políticos y libertades democráticas. Pese al contexto represivo que aún presidía la vida española, aquella concentración fue un rotundo éxito. Congregó a más de veinte mil personas, según afirma la historiadora Aroa Raposo. Y un hito para la historia asturiana: la mayor protesta regional desde el final de la Guerra Civil.

Vendrían luego otras manifestaciones apoyadas por un mayor número de personas. Pocos días después, más de treinta mil manifestantes marchaban por las calles de Mieres contra el desmantelamiento industrial, pero aquel 11-J gijonés sigue formando parte de la memoria de los demócratas asturianos por el amplio respaldo que la ciudadanía dio a la cita.

Aroa Raposo, que defendió ayer en el campus del Milán de la Universidad de Oviedo un trabajo fin de máster sobre las imágenes de 574 días de protesta social en Asturias (desde la muerte del dictador a las primeras elecciones), ha rescatado del imprescindible fondo gráfico de la Fundación Juan Muñiz Zapico varias imágenes de aquella manifestación tomadas por el fotógrafo e histórico comunista José Manuel Nebot.

Aquella manifestación, encabezada entre otros por Horacio Fernández Inguanzo, "El Paisano", salió de la plaza del Parchís (entonces Generalísismo) a las doce y media de la mañana, recuerda la historiadora. Y siguió por Jovellanos y Cabrales hasta Campo Valdés, junto a la iglesia de San Pedro. "Se alargó durante tres cuartos de hora", añade Aroa Raposo. Ésta ha exhumado una crónica de "Asturias Semanal" en la que se recuerda que los manifestantes guardaron un minuto de silencio por los luctuosos sucesos ocurridos unos días antes en Santurce: "Es importante conocer el final del franquismo y la Transición". Al frente de la manifestación marchó una niña con una pancarta que incluía la picassiana paloma de la paz. Un gesto que se repetiría después en otras grandes protestas asturianas.

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