Yolanda Gutiérrez Tavares es abogada de formación, y sus primeros pasos en el mundo laboral fueron de hecho en el campo jurídico. Pero después de ser madre, interesada por la educación y la crianza, derivó su especialización hacia la pedagogía y el método Montessori. Fruto de esa formación es "El Mundo de Jugar y Aprender", un espacio en Gijón en que se combina un área de formación para niños, familias y profesionales de la educación, con un área de venta de artículos educativos. Hoy ofrece una charla en el Acuario sobre el método, basado en el desarrollo del niño, destinada a la Asociación de Logopedas de Asturias.
-¿Sigue gozando el método Montessori de buena salud?
-Sí, y justamente ahora lo estamos viendo con todos los avances que se están produciendo en el campo de neurociencia y neuroeducación, que permiten ver cómo aprende el ser humano. Todo ello está corroborando lo que en un principio María Montessori, hace más de cien años, sobre el nivel instintivo cuando no había medios para detectar el funcionamiento del cerebro, la importancia del movimiento, la educación sensorial, las emociones en el aprendizaje... Todo eso está potenciando el resurgir del método Montessori, junto con los problemas del sistema educativo.
-¿Se había dejado de lado el método en los últimos tiempos?
-Sí. Y ahora está resurgiendo por los problemas educativos en muchos países europeos. En los últimos años la gente quizás se quedaba con la idea de que es un método que tiene más de cien años y que quizás estaba obsoleto. Cuando precisamente se está demostrando todo lo contrario, los beneficios que tiene no sólo para el aprendizaje, sino también para el niño, para el desarrollo de la personalidad, la autoestima, el sentimiento de ser capaz, la cuestión emocional y no sólo lo que es el aprendizaje cognitivo. Con este método también damos importancia al resto, al desarrollo global del ser humano, la importancia de las emociones ahora que se está intentando introducir en los colegios la educación emocional. El método Montessori lo engloba todo.
-Cada vez se aplica a una edad más temprana...
-Se está empezando a trabajar desde el ciclo de cero a tres años. De hecho Montessori ahora abarca todas las etapas, en España ya hay centros en los que se va a aplicar en el Bachillerato. Poco a poco se va abriendo el campo en todas las etapas, se están abriendo a los cambios en todos los ciclos, primaria, secundaria, bachillerato...
-¿Están los padres cada vez más implicados con este tipo de educación emocional?
-Sí. Nosotros tenemos por las mañanas un ambiente preparado para bebés, y como actividad extraescolar también ofrecemos actividades Montessori para niños entre tres y seis años. Los padres están muy implicados, vienen a las actividades de formación para aplicar luego las pautas en el hogar, que es lo bueno que tiene este método, es una filosofía de vida y una filosofía educativa general que uno se puede llevar a su casa y a la educación de sus hijos.
-¿Cómo se ha ido actualizando el método con el paso del tiempo?
-Hay varios organismos internacionales que siempre están a la vanguardia en investigación, viendo los nuevos avances, e integrando ciertas cosas. Muchas de ellas siguen siendo muy potentes en la actualidad: la mayoría del material, la manera de enseñar a los niños y los ambientes preparados no varían, siguen teniendo la misma aplicación que antaño. Pero van evolucionando, hay materiales nuevos relacionados con la neurociencia que sí se aplican.
-¿Qué futuro tiene el método?
-Cada vez más amplio. El aprendizaje memorístico no tiene sentido en un mundo en el que toda la información está en Internet. No se trata de memorizar datos, sino de cultivar las competencias, la capacidad del niño para buscar información, para organizarla, para comunicarla, resolver problemas...
-¿Cuál es la relación del método con la logopedia?
-Hay una parte muy importante de Montessori que abarca el lenguaje, y todo está relacionado: con la cuestión afectiva, cognitiva, motora... Con los logopedas abordamos la cuestión de forma global, porque en realidad es una gran herramienta para sus fines.
