La Policía Local de Gijón intervino hasta en cuatro ocasiones para apercibir a los responsables de establecimientos hosteleros situados en el interior del recinto de la "Semana negra" en los que no se cumplían los acuerdos de horario y de nivel de ruido al que habían llegado los organizadores del certamen lúdico y cultural con los vecinos de la zona de Poniente. Los agentes municipales sólo tuvieron que cerrar uno de los establecimientos. El dueño de este local hizo caso omiso a las peticiones que le realizaron los agentes para que cesara su actividad y creó -aseguran los funcionarios-, "una situación de inseguridad" al concentrarse en ese bar "los últimos asistentes al recinto, que tuvieron encontronazos entre ellos".
Los policías apercibieron, además, a los encargados de dos bares acusados de superar los decibelios permitidos y cerraron un establecimiento que no contaba con el permiso necesario para ejercer su actividad dentro del recinto. El dueño de este último negocio fue descubierto después de que los Bomberos extinguieran un pequeño fuego que se había declarado en el interior de su local.
Pero éstas no fueron las únicas actuaciones de los funcionarios municipales de la Jefatura de la calle San José durante la última edición de la "Semana negra". Los funcionarios municipales atendieron además a cuatro niños con edades comprendidas entre los 3 y los 8 años que habían sufrido heridas en alguna atracción. Además identificaron a varios feriantes que habían conectado la luz de forma ilegal a una carpintería, lo que se puso en conocimiento de los responsables de la compañía eléctrica.
El portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Gijón, José Carlos Fernández Sarasola, pidió esta semana poder acceder al informe de las actuaciones de la Policía Local de la ciudad durante la "Semana negra". Sarasola quería que se entregara una relación de las intervenciones que ya ha hecho llegar a los grupos el concejal de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento.
