La construcción levanta el vuelo en Gijón por primera vez desde el estallido de la burbuja del ladrillo. La tímida recuperación económica que está viviendo este sector ya se deja ver en el concejo. Las grúas vuelven a trabajar aunque -tal y como reconocen los profesionales-, el nivel de precios de antes de la crisis "no se van a volver a repetir". El motor del sector del ladrillo vuelve a ser, una vez más, Nuevo Roces. La principal zona de expansión de la ciudad sigue situándose en este barrio residencial de la zona sur del concejo que cumplió en 2015 seis años de vida y en el que actualmente se están construyendo tres nuevos edificios. Las viviendas saldrán a la venta a lo largo de este año. Con la construcción de estos inmuebles los constructores cumplen con proyectos que habían quedado paralizados en el año 2011. Los vecinos aseguran que desde entonces en el barrio no se movía una grúa. La realidad empieza ahora a cambiar.
Pero Gijón no sólo crece en Nuevo Roces. El proyecto de adecuación de un viejo inmueble al principio de la calle Marqués de Casa Valdés, a escasos metros de la confluencia con Capua, demuestra el renovado interés de los constructores por nuestra ciudad, tal y como afirma César Nozal, portavoz de Asocias, la asociación de inmobiliarias de la región. "Ya no sólo se construye fuera del centro, ahora tenemos proyectos en varios lugares de Gijón. Ese dato, unido al aumento de las ventas que vivimos el año pasado y a la reducción de precios hacen que el mercado sea cada vez más atractivo", explica Nozal. Y es que según sus datos el precio de los pisos sigue bajando. En el primer semestre de este año el coste medio de la vivienda cayó en el concejo en un 3,7 por ciento según la estadística de ventas de Asocias. Si un inmueble costaba unos 129.300 euros en la primera mitad del año de 2015, esa cuantía se ha reducido ahora hasta los 124.400 euros. Ese es el precio medio de una vivienda en Gijón que resulta de la estadística elaborada por Asocias. "Es un dato que sale de las ventas reales, no de la tasación de los inmuebles. Aquí estamos hablando de personas que han comprado su piso y de lo que les ha costado según los metros cuadrados", enfatiza César Nozal defendiendo la fiabilidad del cálculo de ese precio medio de las viviendas en Gijón.
Pero aún hay otro polo de crecimiento de la actividad de la construcción en el concejo. En los próximos días finalizarán las obras de pavimentación y acondicionamiento de la calle Peña Mea, situada en la zona de Nuevo Gijón. Allí es, precisamente, donde otras dos constructoras están rematando los proyectos que dejaron abandonados con el estallido de la burbuja inmobiliaria. Los vecinos se quejaron en varias ocasiones ante la concejalía de Mantenimiento Urbano del Ayuntamiento del abandono que sufrían los solares situados en las inmediaciones de sus casas pero no fue hasta que se retomó la actividad de las grúas cuando el Ayuntamiento se decidió a actuar. Una empresa promotora había firmado, de hecho, un contrato que le obligaba a asfaltar esta calle durante las obras de construcción de uno de los edificios que se levantaron en esa calle poco antes de que estallara la crisis económica a mediados del año 2008.
Aunque hayan bajado los precios comprar una vivienda sigue suponiendo, eso sí, un gran esfuerzo para quienes se hipotecan. El portal inmobiliario "Idealista", uno de los más utilizados a la hora de buscar casa, publicó la pasada semana un estudio en el que se comparaba el precio medio de la vivienda en las principales poblaciones españolas con los datos de patrimonio que había hecho públicos días antes la Agencia Tributaria. Cruzando ambas estadísticas el portal inmobiliario llegó a la conclusión de que los gijoneses deben destinar casi seis años de su sueldo íntegro para poder afrontar la compra del inmueble en el que residen en la ciudad.
