Un auto de la sección octava de la Audiencia Provincial, con sede en Gijón, del pasado 20 de julio, ha ratificado la decisión del juzgado de instrucción número cuatro de Gijón de archivar las denuncias contra el sacerdote Jesús María Menéndez, conocido como el Padre Chus, que le atribuían sendos delitos de prostitución y corrupción de menores y tráfico de drogas.

La Audiencia tilda las acusaciones de meras sospechas por referencias "de oídas", señalando que la exploración practicada a los menores que acudían a la casa del cura no arrojan pruebas de los supuestos delitos que le atribuían. Tanto menores como adultos reconocieron acudir a casa del sacerdote y recibir dinero sin ninguna contraprestación, algunas veces solicitado por ellos mismos. El investigado, por su parte, señaló que daba dinero a personas con problemas, pero en ningún caso a cambio de relaciones sexuales o de droga. Las acusaciones se basaban en comentarios de oidas, de personas que decían haber escuchado a terceros sobre lo que luego se acusó al sacerdote, algo que la Audiencia considera que no pueden considerarse "indicios razonables mínimamente contrastables". A raiz de estas denuncias, la Iglesia apartó al Padre Chus, que era sacerdote en varias parroquias de la zona de la Marina, en Villaviciosa.