Evitar que surjan problemas en los vestuarios es complicado. Los clubes deportivos no tienen acceso al registro de agresores sexuales elaborado por el Ministerio de Justicia por lo que se ven obligados, asegura el gerente de una entidad deportiva local, a "actuar a posteriori". "Si es un trabajador que vas a contratar, normalmente pides que le expidan el certificado de que no cuenta con antecedentes penales por delitos de abusos sexuales porque va a trabajar con niños y así intentas garantizar que todo vaya bien, pero si es un socio no le puedes pedir ese documento a todos, sería inviable", asegura el gerente.

El registro de agresores sexuales es, precisamente, una herramienta que puso en marcha el gobierno central con la intención de evitar problemas a quienes trabajen cada día con menores de edad. Por eso para algunos trabajos ya se exige que se cuente con un certificado en el que conste que se carece de este tipo de antecedentes penales. "Dejar que un club privado acceda a ese registro sería ir contra la protección de datos y abriría la puerta a que cualquiera lo hiciera", apuntan desde una entidad deportiva local. Otra cosa es, aseguran, "que el propio club apruebe que pare ser socio tengas que tener el certificado de carecer de antecedentes".