No hay certeza de que las grabaciones a menores en los vestuarios del Grupo Covadonga, realizadas por un socio ahora expulsado y con orden judicial de alejamiento del centro, hayan sido distribuidas por la red. La Policía Nacional tiene desde hace meses a agentes especializados de su unidad central analizando el material obtenido en registros domiciliarios en el marco de una gran investigación por España sobre usuarios de redes sociales que compartían gran cantidad de archivos de pornografía infantil. Los responsables de esa investigación confirman la existencia de material pornográfico obtenido en los vestuarios infantiles del Grupo Covadonga, que el implicado gijonés habría grabando con su teléfono móvil. Pero aún habrá que determinar si ese material llegó a ser compartido con los 21 detenidos -y con ello su difusión se habría multiplicado- en la operación policial. Como se recordará, el operativo desplegado contra la pedereastia acabó con 21 pedófilos, localizados en catorce ciudades españolas de once comunidades diferentes.
Sea como fuere, lo sucedido ha generado gran inquitud en Gijón -la juez impuso orden de alejamiento del investigado tanto del Grupo como de otros centros deportivos municipales- y hoy será objeto de análisis en la Junta Local de Seguridad convocada en Gijón. "El Ayuntamiento está a disposición y a la orden de lo que digan los cuerpos y fuerzas de seguridad. Son los profesionales quienes tienen que marcar el camino y el Ayuntamiento tomará las medidas que hagan falta dentro de nuestra competencia", indicó ayer la alcaldesa, Carmen Moriyón, al referirse a las medidas oportunas para frenar casos de pedofilia en la ciudad, y más en concreto en el ámbito de instalaciones municipales. "Tolerancia cero con estas cuestiones, como no puede ser de otra manera", sentenció la regidora.
