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La Politécnica modeliza el consumo de baterías de vehículos eléctricos

El estudio, realizado para un coche, se extenderá ahora a vehículos industriales

Por la izquierda, el director de la Politécnica, Juan Carlos Campo; la profesora Manuela González Vega; el doctorando Yuviny Echavarría; el director técnico de Daisa, Javier del Río; Viera, y el técnico de Daisa Hermes Suárez, junto al vehículo usado para las pruebas.

La Escuela Politécnica de Ingeniería de Gijón ha desarrollado un modelo que le permite emular en laboratorio, aplicando los datos de Google Maps, el consumo y la autonomía real de un coche eléctrico. El estudio, coordinado por el profesor de Tecnología Electrónica Juan Carlos Viera, se ha realizado con la colaboración de la empresa gijonesa Daisa Baterías Gijón -líder en la distribución en España de baterías eléctricas-, que facilitó varios módulos de baterías para el desarrollo de la emulación en laboratorio y también las baterías completas que se probaron en un vehículo de la marca Bombardier para testar los resultados.

Mediante los datos de Google Maps se obtuvo información para los modelos de consumo, que reflejaron por ejemplo que de media la autonomía de un coche eléctrico es superior en Gijón, más llano, que en Oviedo. Además de las variables orográficas, también se contemplaron otras en el estudio, como el modo de conducción, además de aspectos medioambientales o mecánicos que afectan al vehículo.

El estudio, denominado "Análisis de la eficiencia energética en carretera de un vehículo eléctrico. Desarrollo e integración de un sistema de medida a bordo" puede tener aplicaciones por ejemplo para administraciones, como ayuntamientos, con flotas eléctricas que quieran obtener datos fiables sobre la autonomía de sus vehículos. Así lo explica Viera quien señala que la principal aplicación del estudio es la que va a dar precisamente la empresa que colaboró en el mismo, Daisa, ya que esa emulación le permitirá seleccionar suministradores de baterías, así como comprobar si los lotes que le envían cumplen con los requisitos de calidad exigibles, todo ello sin tener que probar cada batería en un vehículo. Además, también podrán determinar mediante la aplicación del modelo qué tipo concreto de batería es el más conveniente para cada vehículo.

El modelo en laboratorio se concluyó a principios de año y posteriormente se testó en un vehículo. Esta no es la única colaboración entre la Politécnica y Daisa, que ya van a poner en marcha un nuevo estudio para modelizar el consumo real de distintos tipos de baterías en carretillas elevadoras. Más allá de los coches, numerosos vehículos industriales, como elevadores y trenes de minería, entre otros, utilizan baterías eléctricas. También vehículos de recreo.

Los vehículos eléctricos industriales usan baterías de plomo, como las que se testaron en el estudio ya concluido de la Universidad de Oviedo para el pequeño coche Bombardier. Utilizando aditivos y otras mejoras en la fabricación, las baterías de plomo más modernas han evolucionado en prestaciones respecto a las primitivas, señala Viera. A esto se añade una importante diferencia en el precio. Las de plomo pueden representar el 25% del precio del resto de componentes de un coche, mientras que el coste de las de litio puede ser igual al del resto del coche.

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