La propuesta de la Junta de Seguridad de prohibir los móviles en los vestuarios de las piscinas municipales para evitar que se puedan volver a producir casos como el del gijonés detenido por grabar a niños desnudos en el Grupo Covadonga es casi seguro que va a extenderse a las instituciones deportivas de la ciudad de carácter privado. Las directivas tanto de la entidad afectada por estos hechos como el Club Natación Santa Olaya tratan estos días de articular protocolos de actuación para proteger a los menores en sus instalaciones.
"Nosotros tenemos más de 5.000 menores entre nuestros socios y eso nos tiene que llevar a aumentar las medidas de seguridad", señaló ayer el presidente del CNSO, Secundio González. Las medidas de este club no se van a quedar en la prohibición de usar los móviles en los vestuarios. En unas semanas la directiva del Santa Olaya espera tener aprobada una norma que obligue además a todos los que aspiren a obtener un puesto de trabajo en el Club a presentar un certificado con el que demuestren que carecen de antecedentes penales por delitos relacionados con abusos sexuales. González asegura que en cuanto se aprueben las nuevas medidas el club vigilará que los socios cumplan el reglamento. "Podemos incrementar la presencia del personal de seguridad, hacer que los vigilantes se pasen cada poco por los vestuarios para evitar que alguien cuele un móvil, pero controlarlo todo al cien por cien es imposible", reflexionó el presidente del Club.
No es el único que quiere tomar medidas. Después de descubrir que el detenido por grabar a menores era socio del Grupo, el presidente de esta entidad, Antonio Corripio, habló ayer con los portavoces de varios partidos políticos para poner su institución "al servicio de las medidas que quiera tomar el Ayuntamiento". "Nos hemos puesto en contacto con el gobierno local para tomar decisiones conjuntas que lleven a mejorar el cuidado de los menores", confirmó ayer Antonio Corripio.
Lo cierto es que prohibir el uso de teléfonos móviles en los vestuarios no es una iniciativa novedosa. Hace más de dos años, en mayo de 2014, la piscina olímpica municipal de Castellón ya vetó el uso de teléfonos en los vestuarios para evitar "que se puedan captar imágenes de menores de edad mientras se están cambiando de ropa". El Ayuntamiento de Telde, en Gran Canaria, tomó la misma decisión en enero de este año y alejó los móviles de las duchas de todas las instalaciones deportivas de su municipio.
