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Un error de una pieza

El Ministerio de Medio Ambiente retiene un bonito de 190 kilos a un pescador gijonés tras confundirlo con un atún rojo

El ejemplar capturado objeto de la polémica.

Un pescador gijonés consiguió ayer, prácticamente en el último minuto, evitar una multa de hasta 6.000 euros que pretendía imponerle el ministerio de Medio Ambiente, Agricultura y Pesca. El Gobierno acusaba al gijonés de pescar un ejemplar de atún rojo, una especie protegida y cuya captura está terminantemente prohibida en España. Finalmente los biólogos de El Musel acabaron librando al pescador de su congoja: el pez capturado -un ejemplar de 190 kilos y más de 2 metros de longitud-, era un simple bonito que fue devuelto al pescador varias horas después de su captura.

El calvario del gijonés empezó a las ocho y media de la tarde del pasado martes. Fue entonces cuando el hombre llegó a las instalaciones de Marina Yates situadas en el puerto de El Musel con el ejemplar que había capturado apenas unas horas antes. Allí le estaba esperando ya un técnico del ministerio de Medio Ambiente y Pesca, que levantó acta para requisarle el pez al pescador asegurando que se trataba de un ejemplar de atún rojo. El pez fue trasladado por los agentes de la Guardia Civil con base en el puerto de la ciudad a la lonja de El Musel, en donde fue examinado por un biólogo. Este profesional certificó la confusión que había cometido el técnico del ministerio de Medio Ambiente y le dio la razón al pescador, que pasó varias horas temiendo enfrentarse a una importante sanción económica.

A la vista del resultado del análisis efectuado por el experto, el funcionario ministerial se vio en la obligación de devolverle el bonito a su legítimo propietario. Un pescador que, de paso, se evitó un gran susto y una cuantiosa multa pero que no olvidará fácilmente el ejemplar que pescó el pasado martes.

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