Durante los primeros seis meses del año la Policía Nacional y la Guardia Civil registraron 113 asaltos a viviendas en Gijón, un 20 por ciento más que en el mismo período del año anterior. El ascenso en este tipo de delitos eleva el total de infracciones penales que se cometieron entre enero y junio en el concejo, que pasaron de las 3.382 del año 2015 a las 3.577 registradas este año. El aumento de robos con fuerza en domicilios es, de hecho, el único epígrafe que sufre un importante ascenso en la estadística que cada trimestre hace pública el ministerio del Interior. Según estos datos el concejo ha mejorado en lo que se refiere a los robos con violencia e intimidación y en tráfico de drogas.
El año 2016 cierra su primera mitad, de hecho, con un importante descenso en lo que a delitos por venta de estupefacientes se refiere. En los seis primeros meses del año sólo se registraron 17 infracciones penales relacionadas con las drogas, cuatro menos que en el mismo período del año anterior. Y todo a pesar de la importante operación llevada a cabo por la Guardia Civil de la Comandancia de Contrueces con el arresto de cinco delincuentes presuntamente dedicados a la venta de cocaína en la ciudad. Los agentes de la Benemérita se incautaron, gracias a la "operación Tortelini", de cinco fardos de esta sustancia que estaban a punto de entrar en el mercado y que hubieran supuesto la venta de 80.700 dosis durante el verano.
A pesar de que los pequeños hurtos al descuido siguen siendo los delitos más cometidos -durante el primer semestre se registraron casi seis cada día-, lo que más preocupa en la Comisaría es el aumento del robo de pisos. Hace apenas dos semanas se tuvo conocimiento de los últimos asaltos, de los que fueron víctimas al menos tres vecinos de la zona de Viesques. La dificultad a la hora de detener a los responsables de estos robos -normalmente miembros de bandas organizadas con base fuera de Asturias-, ha llevado a la Policía a pedir la colaboración ciudadana para que los vecinos alerten a los agentes siempre que vean en sus edificios a personas ajenas a la comunidad y con "actitud vigilante".
