La Autoridad Portuaria de Gijón ha sacado a concurso público la labor del control ambiental del Puerto a través del plan de vigilancia, un contrato valorado en 370.710 euros y que cobra especial relevancia a raíz de la gran sensibilidad vecinal contra la polución atmosférica. El Musel ha estado por momentos en el centro del huracán, sobre todo a raíz de episodios de nubes negras procedentes de sus acopios de mineral.
La Autoridad Portuaria saca a licitación la gestión de su control ambiental por un periodo de dos años, e incluye, entre otros puntos, la medición de la calidad del aire a través de los equipos con los que cuenta el Puerto. "Se trata de dar continuidad a una práctica ya consolidada. Eso sí, con las mejoras derivadas de la experiencia y las mayores exigencias medioambientales", garantizan desde El Musel.
En cuanto al punto más crítico a ojos de la sociedad gijonesa, el de la contaminación atmosférica, el pliego de condiciones se refiere a tres puntos para el muestreo de partículas sedimentables, así como dos puntos donde están ubicados los equipos de la Autoridad Portuaria para la medición de las partículas PM10 (menores de 10 micrómetros). En este segundo caso, uno permanecerá situado en la zona industrial del puerto y el otro en el Puerto Deportivo, en la zona de la Punta Lequerica. La Autoridad Portuaria prevé además mejorar estos equipos, algo de lo que se encargará la empresa que gane el contrato. Concretamente, la mejora consiste en que "los equipos actuales carecen de cabina de protección contra la intemperie", algo que deberá instalar la firma ganadora.
También establece el pliego de condiciones exigencias en la comunicación de los datos de las mediciones. Los que capten las dos estaciones de PM10 serán validados diariamente. Asimismo, la empresa que gane el contrato deberá "implementar protocolos de comunicación para que ésta se realice con el Principado y con Autoridad Portuaria".
El documento establece que sobre la calidad del aire se emitirán informes mensuales. Los mismos, "recogerán una valoración de la calidad de aire medida en el puerto respecto a las cabinas del Ayuntamiento, teniendo en cuenta los vientos reinantes y la meteorología del mes en cuestión". Asimismo, deberán "aportar ideas de por qué se han podido dar los incumplimientos y posibles mejoras para evitarlos".
El contrato del plan de vigilancia ambiental también incluye la medición de la calidad de las aguas en 13 puntos diferentes. Se realizará un seguimiento de sedimentos marinos así como otro de parámetros biológicos analizando fitoplancton, macroalgas y angiospermas, y la fauna bentónica de invertebrados. Además, están previstas campañas anuales de medida de niveles sonoros en cuatro puntos.
Pero además del plan de vigilancia ambiental en sí, el contrato incluye el control ambiental de obras que se realicen en terrenos portuarios, el control a la actividad de empresas con concesiones en El Musel, así como velar por el mantenimiento del sistema de gestión ambiental ISO 14001.
