Una densa bruma, que ayer ya sorprendió a los miles de bañistas que disfrutaban de las playas urbanas gijonesas, ha vuelto a aparecer hoy, y todavía con más fuerza si cabe.

La costa de la ciudad ha amanecido envuelta en una densa bruma, que esta tarde persiste sin atisbos de que desaparezca y todavía con más intensidad. Es imposible atisbar el mar desde el paseo de Poniente o ver con claridad las casas de Cimadevilla desde el Puerto Deportivo, algo que da una idea de la magnitud de la niebla que ha caído sobre el litoral gijonés y que pone en riesgo la visibilidad del espectáculo de fuegos artificiales de la noche de Begoña.

Ahora la duda está en si se disipará con las horas o persistirá, algo que desmejoraría el espectáculo pirotécnico nocturno. Si se mantiene esta situación, difícilmente se podrá disfrutar de la cita más esperada de la Semana Grande. Desde el Ayuntamiento se mantienen esperanzados en que mejore la situación meteorológica.

De hecho, han enviado un comunicado confirmando el lanzamiento de los fuegos artificiales desde el Cerro de Santa Catalina y explicando que han pedido, junto con la empresa pirotécnica que se encarga del espectáculo, un informe meteorológico a la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Aseguran que "el lanzamiento de los fuegos, en caso de que perduraran las nubes no sufriría alteración ni peligro añadido, ni para los elemenros pirotécnicos ni para la seguridad de los espectadores".

Asimismo, confían en que "la visibilidad mejore" así como en que "las neblinas se irán disipando cuando las temperaturas comiencen a descender".