"Necesitamos con urgencia que nos lleven pacientes". La afirmación de Pedro Herce, gerente del Hospital de la Cruz Roja de Gijón, no era ayer la verbalización de un reproche sino la constatación de que al centro sanitario de la calle Uría, que junto con Cabueñes ofrece diálisis a los enfermos renales en el área de Gijón, se le está haciendo muy penoso el año y medio que lleva con turno de madrugada para atender la demanda de hemodiálisis.

De lunes a sábado el centro ofrece en sesiones de mañana, tarde y noche atención a los enfermos renales que dependen de una máquina para depurar regularmente su sangre, con un trasplante como única alternativa. El último turno implica la entrada de pacientes a las once de la noche y salida a las cinco de la madrugada. "Es muy penoso para el paciente y el hecho de que se haya prolongado mucho en el tiempo supone una carga muy evidente para el personal", explicó Herce.

Por eso, la presentación extraoficial, ayer, de la nueva unidad que se abrirá en el hospital de Jove en un horizonte de pocas semanas -la previsión es atender a los primeros pacientes en septiembre- es una noticia tan necesaria como esperada en Cruz Roja. "En cuanto puedan abrir tendríamos que ser capaces de cerrar el turno nocturno", sostiene Herce.

Pese a los optimistas plazos del Sespa (Servicio de Salud del Principado) que aventuraba que Gijón podría disponer de nueva unidad al inicio del verano, tras saltar la alarma de lo que estaba sucediendo a finales del pasado año, la realidad ha demostrado que este verano algunos de los tratamientos que se hacían en Cruz Roja a pacientes que elegían Gijón como destino de vacacional donde seguir sus procesos semanales de hemodiálisis no han podido admitirse por la saturación actual de las distintas unidades.

2015 se cerró, en concreto en Cruz Roja, con una ocupación del 92% de la unidad y un crecimiento de sesiones del 12%. Ese año la tendencia ha sido igual, con obligación de derivar pacientes de Gijón para que lleven a cabo su diálisis en Oviedo. La unidad del hospital de Cabueñes también estaría haciendo ese envío a otras áreas sanitarias.

Ante la apertura de la unidad de Jove, el hospital de Cabueñes ya está organizando cómo se hará el cambio de pacientes, con la lógica implícita de que la población del distrito 1 (55.000 pacientes de la zona oeste de Gijón y de Carreño), que es la que tiene asignada para su atención el Hospital de Jove, debería de ser la que principalmente ocupe los nuevos espacios. En la actualidad ya se ha hecho una "invitación" a los pacientes de la zona que están en diálisis en otros dispositivos para que se den por enterados de la apertura y contemplen el traslado.

El hospital de Cabueñes, según las previsiones, tiene en mente sacar de su unidad a unos 18 pacientes y Cruz Roja calcula poder hacer lo mismo con otros 20. La unidad de Jove, para la que inicialmente se habló de una dotación de ocho máquinas, abrirá con diez equipos para uso regular y dos de reserva (uno para infecciosos y otro para quedar pendiente de urgencias) y dos turnos de trabajo planificacos, lo que supone una atención prevista a 40 enfermos.

Esta semana un técnico enviado por la casa alemana que dota a la unidad de la planta de tratamiento de aguas se encarga de los ajustes del "corazón" de la unidad de hemodiálisis, y se espera que todo esté listo para que a principios de mes se reciban pacientes. En número bajo los primeros días, mientras la plantilla se ajusta a la unidad y las másquinas. Y a su máxima potencialidad en el menor tiempo posible.

Con la cobertura de diálisis en cifras más acordes a la demanda actual que se produce en Gijón, quedará pendiente otro de los compromisos del Sespa y es que se incrementen los tratamientos domiciliarios, lo que evitaría nuevas saturaciones de las unidades. Asturias tenía al inicio del año 529 enfermos renales que dependen de hemodiálisis, lo que implica una depuración de la sangre tres días a la semana en sesiones de cinco horas cada día. La red pública y concertada, según la información aportada por el Sespa estaba dotada de 109 máquinas, a las que ahora hay que sumar las 12 que se están instalando en el hospital de Jove.

La diálisis peritoneal, que es la que se realiza con tratamiento domiciliario, la realizaban a primeros de año 130 pacientes, en su mayoría de la zona sanitaria de Oviedo, con previsión del Sespa de intentar llegar a más enfermos sobre todo de las zonas de las Cuencas y también de la comarca de Avilés.