Como cada año, se volvió a vivir un clima de confrontación a las puertas de la plaza de toros de El Bibio. La manifestación convocada por la Asociación Nacional Animales con Derecho y Libertad (Anadel) reunió por las calles de Gijón a un millar largo de personas -1.600 según los organizadores- para reclamar la abolición de los espectáculos taurinos en plena feria de Begoña.

La protesta, iniciada en la plazuela de San Miguel, terminó a las mismas puertas del coso de El Bibio, donde los agentes del Cuerpo Nacional de Policía dispusieron un cordón para evitar enfrentamientos entre manifestantes y aficionados. La concentración llegó, entre pitidos y bocinazos, una hora antes de que comenzase la corrida de ayer, en la que la plaza de toros tuvo tres cuartos de entrada (más de 6.000 espectadores).

"No es cultura, es tortura", gritaron los manifestantes repitiendo uno de los viejos lemas de su reivindicación. A éste se sumaron otros como "Toros sí, toreros no" o "Qué educación que dais a vuestros hijos". A éstos se sumaron, por parte de algunos sectores de la manifestación, otros más subidos de tono dirigidos a los aficionados taurinos que entraban a la plaza de toros, como "¡Analfabetos, ricos y paletos!" o "¡Si quieres sangre, córtate las venas!".

En cualquier caso, como es habitual, hubo salidas de tono por ambas partes. Los cortes de manga se sucedieron al uno y otro lado de la barrera policial, así como gestos de provocación por parte de aficionados taurinos e insultos por parte de manifestantes animalistas. En algunos momentos los agentes tuvieron que intervenir, pero en ningún momento por incidentes de gravedad.

La máxima tensión llegó cuando, en dos ocasiones, manifestantes se saltaron el cordón policial para acercarse a los aficionados taurinos que hacían cola para mostrarles carteles con sus proclamas. La Policía les retiró sin mayor trascendencia. El entorno de la plaza de toros volvió a vivir, un año más, el pulso entre dos opiniones antagonistas.