Gijón recibió el año pasado a más de un millón y medio de visitantes. Una cifra de récord. Pero el turismo gijonés no quiere quedarse sólo en los números. El nuevo Plan de acción de turismo para Gijón, del que ayer se habló en el pabellón que el Ayuntamiento tiene en la Feria de Muestras, plantea una seria de líneas estratégicas a desarrollar en los próximos cuatro años para dar el salto de lo cuantitativo a lo cualitativo. El objetivo es dejar atrás al visitante de paso y atraer un turista que pernocte y gaste en la ciudad y convierta Gijón que su base de operaciones para disfrutar el resto de Asturias.

Gijón se fija el objetivo de ser el gran destino urbano de Asturias en detrimento de Oviedo y consolidarse como destino turístico inteligente, sostenible y accesible para todas las personas.

Así, incrementar la estancia media y el gasto de los que llegan a Gijón es prioridad de los gestores turísticos para los próximos años en relación a la demanda turística. Otros son atraer más visitantes en temporada baja y, además, atraer más extranjeros. Todo ello en pos de la desestacionalización. En relación a la oferta turística el trabajo se centra en incorporar nuevos recursos y productos que visibilicen los grandes atributos de la ciudad y singularicen aquello que Gijón puede ofrecer a sus visitantes respecto a otros competidores del norte de España. "Hay que poner en valor lo que tiene Gijón", sentenciaba ayer el gerente de Divertia, Jorge González-Palacios. A su lado, el presidente de la empresa municipal, el edil forista Jesús Martínez Salvador.

El plan elaborado por la firma Desarrollos de Estrategias Exteriores (DEX) para Divertia fija esas potencialidades gijonesas en la gastronomía, con especial referencia a la sidra, el dinamismo gijonés, la creatividad como urbe vinculada a la cultura, el deporte, la naturaleza tanto con vistas al interior como al mar y la propia posición de Gijón dentro de Asturias.

Por ello, y como ya adelantó LA NUEVA ESPAÑA, los productos prioritarios se centran en potenciar la ciudad como destino gastronómico, como espacio idóneo para reuniones y congresos a partir del impulso de la "milla del conocimiento" y toda la industria de la innovación, como lugar de escapadas de turismo activo y como parada de itinerarios culturales. Además, se hace hincapié en el turismo deportivo, por un lado, y cultural y musical por otro. En estos dos ámbitos, y como recordaba Fernando Méndez-Navia de DEX, Gijón tiene la doble oportunidad de convertirse en sede de eventos de carácter nacional e internacional que le ayuden a generar marca pero también de aprovechar el propio programa de actividades culturales diseñado para los gijoneses pero que pueden tener tirón turístico o de las competiciones que genera el amplio y potente entramado de colectivos deportivos.