Se acabaron los experimentos. Tras un año y medio de experiencia piloto en el Polígono de Pumarín, Emulsa extenderá a lo largo del otoño la recogida selectiva de materia orgánica al resto de la ciudad. En concreto, los contenedores marrones se dejarán ver en zonas de La Calzada, Nuevo Gijón y Montevil y en los barrios de Viesques y Nuevo Roces. Así lo adelantó ayer la gerente de la Empresa Municipal de Servicios de Medio Ambiente Urbano, Pilar Vázquez, durante su participación junto a otros representantes municipales -encabezados por la alcaldesa Carmen Moriyón- en un acto en la Feria Internacional de Muestras con motivo del Día del Medio Ambiente.

Son 188 contenedores de biorresiduos con más de 1.800 litros de capacidad a sumar a los 46 instalados en el Polígono con el objetivo de llegar a 33.569 habitantes y alcanzar, como mínimo, una recogida anual de entre 1.170 y 1.560 toneladas. Esa cifra que Emulsa se ha colocado como reto se corresponde con una fracción de entre el 30 y el 40% de la materia orgánica que se genera en esas zonas. El acceso a estos contenedores, conocidos como el "cuarto cubo de basura" se realizará con tarjeta ciudadana y, como ocurrió en el Polígono, Emulsa desarrollará una campaña de divulgación para animar a los vecinos.

Todas las zonas elegidas por Emulsa para dar un paso más en esta iniciativa tiene alrededor de 8.500 habitantes, igual que el Polígono de Pumarín. Por áreas en La Calzada se colocarán 42 contenedores con la previsión de recoger 242 toneladas al año, en Nuevo Gijón serán 50 contenedores y 227 toneladas, en Viesques 49 contenedores y 247 toneladas y en el área conjunta de Nuevo Roces y Montevil la previsión son 47 contenedores y 220 toneladas. A lo largo del año y medio que Emulsa ha realizado este tipo de recogida selectiva en el Polígono de Pumarín se alcanzaron las 290 toneladas de fracción orgánica: 131 en el primer semestre de este año.

Reciclar por obligación

Este proyecto de Emulsa supone un compromiso más del Ayuntamiento con el reciclaje, pero sobre todo, con la normativa europea que obliga a que, en 2020, el 50% de los residuos de la ciudad sean reciclados. Un compromiso al que se tendrán que sumar todos los gijoneses porque la nueva ordenanza de gestión de residuos y limpieza viaria que está en proceso de elaboración "recoge la obligatoriedad de reciclar", recordó ayer Vázquez. Ahora mismo esta ordenanza está en fase borrador con la intención de llevarla a debate al Consejo de Residuos que está a punto de ponerse en marcha. Ese será el espacio de negociación con otros grupos políticos y representantes del entramado asociativo para favorecer la participación. El objetivo central de esta ordenanza, aseguró Vázquez, es actualizar la normativa actual "que es muy antigua, para hacerse una idea las sanciones aún vienen en pesetas" y adecuarse a las nuevas realidades y la legislación actual, además de incluir partes que estaban en la ordenanza cívica.