Nacido en Texas, comenzó a estudiar piano cuando tenía nueve años y desde entonces no ha parado hasta cumplir lo que, según sus palabras, era su sueño de niño: "convertirme en pianista profesional". Así se inicia la historia de Christopher Guzman, que en la actualidad compagina sus actuaciones como pianista con sus labores de profesor asistente en la Universidad de estado de Penn. A lo largo de su carrera son varias las distinciones que ha conseguido gracias a sus dotes con el instrumento de cuerda percutida. Hoy, a las 20.30, actúa en el Teatro Jovellanos dentro del Festival Internacional de Piano.
-¿Su afición por el piano es una pasión propia o viene inspirada por algún familiar?
-No, nadie de mi familia es músico. Mi madre de pequeño me llevaba a un centro comercial y durante muchos años estuve viendo a un pianista que actuaba allí. Yo le dije a mi madre que me quería apuntar a clase de piano para aprender a tocar la "Marcha Turca" de Mozart, que era la pieza que interpretaba aquel músico. Y después de un par de años me dio permiso para apuntarme a clases de piano. Desde el momento en que empecé las clases me lo tomé con mucha pasión y tuve muy buenos profesores. Uno de mis primeros maestros fue alumno de Nelita True, que es una referencia para los profesionales del piano.
-¿Ha tocado algún instrumento más?
-Sí, también toqué el violonchelo. Empecé un par de años después de iniciar las clases de piano pero solo estudié un año y luego seguí por mi cuenta. En un momento dado tuve que decidir qué instrumento era más importante y elegí el piano.
-¿Había estado alguna otra vez en España?
- Había estado ya en una competición en Valencia, en Barcelona también estuve de vacaciones y acabo de parar en Madrid antes de venir aquí, a Gijón.
-Ha actuado con diferentes grupos y recibido varios reconocimientos. ¿Qué es lo más importante que ha conseguido en su carrera?
-Me cuesta decir cuál ha sido mi momento cumbre, no sabría poner alguna cosa muy por encima de otra. Diría que la música de cámara me ha ayudado mucho. Posiblemente ganar el Concurso Internacional de Piano de Orleans fue una de las mejores cosas, ya que me permitió tocar mucho por Francia, aprender francés y estar más conectado a Europa de lo que estaba antes.
-Cuéntenos en qué consiste la actuación que va a interpretar para hoy.
-Va a ser un concierto dividido en dos partes largas y compactas en las que voy a ir de una pieza a otra sin parar. "Schumann" es la primera parte del concierto y muestra las dos personalidades que tenía el compositor alemán Robert Schumann: su parte más tierna y la más extrovertida.
-¿En Estados Unidos es más habitual que la población se familiarice con instrumentos musicales desde pequeños?
-No, en Estados Unidos se apuesta mucho por el deporte y por la ciencia, pero para estudios de música no hay demasiado apoyo. Sí es cierto que la gente que se dedica a la música lo hace muy apasionadamente
-¿Qué le ha aportado trabajar en el mundo de la enseñanza?
-Me ha servido para analizar las nuevas perspectivas musicales que tienen los jóvenes y ser algo más abierto de mente en ese sentido.
