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Gijón capta carbono en Noruega

Knutsen destina el barco que lleva el nombre de la ciudad a un proyecto pionero para sepultar CO2 en el subsuelo marino

Entrada el 21 de agosto de 2005 del casco del "Gijón Knutsen", que se hizo en un astillero ucraniano, en el dique seco de Naval Gijón para culminar su construcción. ÁNGEL GONZÁLEZ

El 21 de agosto de 2005, hizo ayer 11 años, decenas de bañistas en las playas de El Arbeyal y de Poniente siguieron con curiosidad el traslado hasta el dique seco de Naval Gijón del "Gijón Knutsen", el último quimiquero que se construyó en el astillero de Poniente a la par que uno de sus últimos barcos antes del cierre de esta factoría naval en 2009. El buque que lleva el nombre de la ciudad en la que se terminó de construir va a ser empleado ahora por la naviera noruega en un proyecto pionero en la lucha contra el cambio climático: transportar CO2 licuado hasta plataformas petrolíferas o de gas en la costa noruega para sepultarlo a miles de metros bajo tierra.

El proyecto en el que participará el "Gijón Knutsen" forma parte de un estudio sobre la captura de carbono liderado por la compañía estatal gasística noruega Gasso, que prevé testar con Knutsen y con otra compañía naviera la viabilidad del almacenaje a gran escala de CO2 en campos petrolíferos y de gas bajo el fondo marino. La idea no es sólo aprovechar yacimientos agotados para almacenar el gas de efecto invernadero, sino también utilizarlo para hacer más efectiva la extracción de petróleo y gas, insuflando en los yacimientos desde las plataformas el CO2. Noruega prevé usar a gran escala este método, que incluye el transporte del gas licuado en barcos, a partir de 2020.

Knutsen, naviera que fue uno de los principales clientes de Naval Gijón y de Juliana Constructora Gijonesa, ha decidido destinar a este proyecto experimental el "Gijón Knutsen", buque en el que hizo algunas modificaciones tras su entrega por Naval Gijón en mayo de 2006.

Originariamente diseñado para el transporte de productos químicos es, con sus 35.000 toneladas uno de los mayores barcos construidos hasta la fecha en los astilleros gijoneses. De 183,25 metros de eslora, sus tanques tienen capacidad para almacenar 42.051 metros cúbicos.

Naval Gijón, que ya estaba en crisis cuando contrató este buque, decidió subcontratar el casco con el astillero ucraniano Zaliv, que lo entregó con retraso. El casco fue remolcado hasta El Musel y de allí hasta el dique seco de Naval Gijón en una difícil maniobra. Ahora lleva el nombre de la ciudad a un proyecto pionero contra el cambio climático.

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