Los 14 extranjeros detenidos a finales de la pasada semana acusados de pertenecer a una de las bandas más activas en el tráfico de hachís en Gijón han quedado en libertad con cargos tras declarar ante el juez de guardia. Los investigadores de la Brigada de Estupefacientes han entregado en el juzgado el atestado en el que se recogen las pruebas que llevaron a detener a los ahora procesados.
Los funcionarios policiales creen que los detenidos utilizaban como tapaderas varias teterías árabes situadas en diferentes puntos de la ciudad. Los negocios servían para distribuir estupefacientes entre sus clientes. De hecho entre los ahora arrestados se encuentran, según fuentes cercanas a la investigación del caso, algunos trabajadores de los locales investigados. Los agentes registraron estos establecimientos de hostelería a última hora de la tarde del viernes, poco antes de inspeccionar minuciosamente los pisos de los cabecillas de la trama. En total los funcionarios consiguieron requisar cuatro kilos de hachís y 81 gramos de cocaína. En las viviendas investigadas y en los locales también fue localizada sustancia de corte así como básculas, cuchillos y otros útiles utilizados habitualmente para manejar los estupefacientes antes de su venta.
Esta operación contra el tráfico de drogas se desarrolló en 48 horas y obligó a un gran despliegue en el que participaron varias unidades policiales de la Comisaría. Los 14 presuntos delincuentes implicados en esta banda -a los que la Brigada de Estupefacientes llevaba semanas siguiendo el rastro-, fueron trasladados a la Comisaría entre el viernes y el sábado. Poco después de ser interrogados en sede policial los traficantes declararon ante el juez de guardia y el representante de la Fiscalía. El ministerio público pidió la expulsión del territorio español de uno de los investigados. No se consideró necesario, sin embargo, decretar el ingreso en prisión de ninguno de los detenidos al no apreciar el magistrado que existiera riesgo de fuga o de destrucción de pruebas.
Esta es la segunda gran operación contra el tráfico de hachís que se desarrolla en un año en Gijón después de que el verano pasado la Policía Nacional de la ciudad detuviera a ocho ciudadanos extranjeros acusados de traficar con esta sustancia. Si bien en aquella ocasión hubo menos detenidos la operación se saldó con la incautación de un alijo mucho más importante. Los agentes requisaron por aquel entonces 105 kilos de hachís y 131.000 euros en efectivo que supuestamente provenían de la venta de estupefacientes.
