El deseo de consensuar el proyecto con los vecinos y, sobre todo, el interés del equipo de gobierno en que la obra no fuera acometida "por la misma empresa que hizo el desaguisado de la calle Aguado" fueron los argumentos que ayer utilizó la alcaldesa de la ciudad Carmen Moriyón, para justificar los años de retraso en la ejecución de la reforma de la calle de Marqués de San Esteban.

Ahora la obra, que volvió a salir a licitación tras resolverse el contrato inicial con la firma Mecuma, está pendiente de seleccionar al contratista entre las seis ofertas presentadas: Alvargonzález Contratas, Oca Construcciones y Proyectos, Obrascon Huarte Lain, Sardalla Española, Copcisa y la unión temporal de empresas (UTE) formada por Dragados y Api Movilidad.

La mayor queja vecinal tiene que ver con la pérdida de plazas de aparcamiento. "Es difícil llegar al punto intermedio entre no perder plazas y tener más espacio para los peatones", recordó la regidora, tras reconocer que los conductores ya han perdido mucho espacio en el centro con las peatonalizaciones,