"Los costes de producción de una empresa no se pueden traducir en costes sociales, ya sean de salud, ya sean de limpieza. Y ese coste hay que ponerlo en la misma balanza en la que se ponen las presiones de las multinacionales". El concejal de Xixón Sí Puede, David Alonso, se refirió ayer de este modo al debate abierto sobre el proyecto de la siderúrgica. Xixón Sí Puede es el único grupo político que se ha alineado con la Plataforma Contra la Contaminación para reclamar que la siderúrgica construya una coquería nueva, mientras el resto de grupos aceptan que se reabran las viejas baterías, reformadas.

"Pretendemos que siga habiendo empleo, pero el problema de la contaminación hay que solucionarlo", añadió el edil, que instó al presidente regional, Javier Fernández, a de explicaciones a lo vecinos del oeste gijonés.

Ante la aquiescencia de los otros grupos municipales, Alonso se preguntó si "¿sería igual si en vez de llamarse Arcelor se llamase ferretería Paco? ¿Antes de que se presenten documentos diríamos que no hay ningún problema con la salida de humos de un negocio?", como contraposición a la postura ante el proyecto de la multinacional siderúrgica.

Por otra parte, el edil de Xixón Sí Puede también criticó el proyecto de ordenanza de medioambiente que maneja el gobierno local, al que XSP presentó una "enmienda a la totalidad". Entre otras cosas, este grupo político planteó que se hagan inspecciones por sorpresa, lo que recoge el proyecto, pero también otras cosas que no se han incluido en el mismo, como que se incluyan en la ordenanza modelos de actas de inspección, "que es algo fundamental para las empresas altamente contaminantes, que suelen ser grandes empresas que tienen bufetes de abogados que se van a preocupar de ir hasta el mínimo detalle", buscando cualquier error formal en el levantamiento del acta por la policía medioambiental para intentar evitar la sanción.