Lo hacen por amistad, familia, vida sana o vocación. El casi centenar de participantes previstos de la "Lifeguard Race Series", la única concentración de jóvenes promesas de Salvamento ySocorrismo, que se celebra en Gijón por cuarto año consecutivo, tienen intereses variados y un objetivo común: convertirse en ángeles del agua. Sus edades oscilaron entre los 13 años hasta la categoría senior, y a Gijón llegaron desde Galicia, Castilla y León, Cantabria y Comunidad Valenciana para nadar "hasta que el cuerpo aguante".

"La natación me parece aburrida, pero unida a salvamento se convierte en algo que me llama mucho más la atención y que me gusta. Probé de casualidad y ya me quedé en el grupo", reconoce Raquel Sánchez, de 13 años, que lleva desde los 9 años en el Club de Salvamento de Gijón y ayer se esforzaba por hacerlo lo mejor posible. El evento se ha convertido también en un aliciente para los niños que participan, pues les lleva por la senda de una vida alejada de lo sedentario. Y también les sirve para seguir engordando de forma sana su lista de amigos. Es el caso de Guillermo Rubio (15 años), Ángel Luis Fernández (14) y Alfonso Martínez (14), que vienen de La Bañeza. "Empecé a nadar hace más de nueve años en un pequeño club de La Bañeza, después fui a campeonatos tanto provinciales, como regionales e incluso nacionales. Ahora, gracias a ello, he podido venir a esta competición con una beca. Es una oportunidad muy buena y la estoy disfrutando", señalaba Ángel Luis, de 14 años. "No le veo sentido a nadar por nadar, pero nadar por salvar vidas sí que lo tiene, es fundamental", añadía. Su amigo Guillermo, de 15 años, empezó hace tres pero es la primera vez que viene a Gijón. Y como ellos, también ve "aburrido" a nadar sin un objetivo. El caso de Alfonso Martínez es más específico, pues viene a estas competiciones "por hacer algo de deporte", confesaba entre risas.

Marina Huerga, de 14 años, y que empezó con ocho a nadar, le debe esta pasión a su hermano Javier, que se inició en la natación un año antes que ella y consiguió animarle. Ya es el tercer año que vienen a la competición veraniega de Gijón. Paula Albalá y Jazmine Quintana confesaban emocionadas cómo "nos llegó un whatsapp diciendo que nos habían elegido para la competición y nos hizo mucha ilusión. Además, como tenemos tanta pasión por ello, estamos luchando por ganar".

Son pequeños, pero ya luchan por salvar vidas. Con niños que piensan así, el mundo está un poco más a salvo.