Cinco yeguadas asturianas se asociarán en los próximos días para fortalecer y potenciar el deporte hípico en Asturias, empezando por la cría de potros, al entender que la región pasa por un momento delicado tras el cierre de "El Asturcón" y la reducción de concursos durante el año, así como los últimos coletazos de la crisis económica que, especialmente en la región, ha hecho mella desde 2008 a los criadores equinos.
Inicialmente serán cinco las firmas equinas del Principado que formen parte de esta inminente asociación que incluirá a la Yeguada Agroartime, de José Alberto Fernández Artime; Yeguada Molino de Quintos, de Jesús Silvela; Cuadra Casa´l Capellán, de María Elvira Riva; Yeguada Finca Maeza, de Cruz Maestre e Hípica Porceyo, de Jesús Kocina. Pero la puerta está abierta a todos los criadores asturianos porque su objetivo es "aunar esfuerzos" en esta causa común de salvaguardar el mundo ecuestre en Asturias. "Hemos dado un paso hacia adelante", señala el ganadero Santiago Núñez, esposo de María Elvira Riva, de Casa'l Capellán, y organizador del concurso de Luanco.
El temor sobre la situación que atraviesa el mundo ecuestre en la región no es infundado sino que viene determinado porque se acerca el campeonato de Asturias y "hay problemas para hacerlo porque casi no hay nadie", explica Kocina. El efecto de la crisis económica, por su parte, ha provocado que ahora haya "muchos menos niños que optan por la equitación como deporte", revela Cruz Maestre. En cambio, cada vez se consiguen potros de mejor calidad en las yeguadas asturianas. "En los caballos hemos mejorado muchísimo y hay relevo, en cambio no hay jinetes nuevos. Parece una contradicción, que sea justo en el momento en que Asturias tiene dos representantes en el equipo español que compitió en Río de Janeiro -Sergio Álvarez Moya y Gerardo Menéndez-", apunta Núñez. "Incluso -aporta Kocina- el jaco criado en Asturias 'Visama Parsifal' triunfó con el jinete Álvaro Díaz en el Campeonato de España de Caballos Nacionales". Un motivo para el optimismo sumado a que con la salida de la crisis ha empezado la situación ha comenzado cambiar. "Ahora empieza a remontar la situación pero han sido años duros", enfatiza Riva.
El quinteto se apoya para reivindicar más protagonismo -y apoyo de las instituciones- en el impacto económico de la actividad en Asturias. "Generamos una riqueza importante, además de muchos puestos de trabajo de forma directa e indirecta como son piensos, forrajes, veterinarios, herradores. Es una lista amplia", enumera Cruz Maestre. "La hípica es la actividad agraria que más personas emplea", sentencian casi al unísono. Y todo sin ayudas económicas de ninguna administración. Antes al contrario critican que más que ayudas "se ponen zancadillas" con trámites administrativos que demoran en el tiempo cualquier actuación. Al tiempo, son tajantes en que "esta actividad tiene un componente enorme de romanticismo, por dinero no estamos. Es muchísima responsabilidad y un negocio de riesgo, de grandísimo riesgo", defienden los ganaderos, que ven en la cría de caballos de deportes "una alternativa, en la región a la pérdida de ganaderías de vacuno" aprovechando el impulso que en su día provocó el Concurso de Saltos Internacional Oficial de Gijón (CSIO). "Asturias siempre ha sido un referente nacional en la hípica", confirman. Al punto de ser la tercera Comunidad Autónoma en criadores de Caballos de Deporte Españoles (CDE), sólo por detrás de Andalucía y Madrid y la sexta en ejemplares que nacen.
No obstante, aunque ahora se vaya a formalizar la unión, el trabajo en pro de la cría en Asturias comenzó hace ya varios años con la creación de concursos para caballos jóvenes y premios adicionales para darles mayor presencia. "Al unirnos buscamos alternativas a hacer competiciones de caballos jóvenes, de potros. Esto funciona como una pirámide, necesitas una base y nos vemos muy solos; cuando te ponen todo tipo de pegas, es difícil", denuncian.
