La entrada en funcionamiento de la unidad de hemodiálisis en el hospital de Jove, que tras las pruebas de estos días a partir de la próxima semana ya asumirá a diez pacientes y a final de mes podría tener a 32 enfermos del distrito uno de Gijón haciendo sus tratamientos de depuración en su sala, va a suponer progresivamente una reordenación de las unidades de Cruz Roja y Cabueñes. De estos dos servicios saldrán la mayoría de los cuarenta enfermos que, según las previsiones del Sespa, van a estar finalmente adscritos a Jove en su momento de mayor rendimiento.

Sólo en caso de que, tras la nueva distribución, siguiera siendo necesario tener pacientes a cuatro turnos en el hospital de la calle Uría, se mantendrían unas terapias de madrugada que hasta ahora tanto el Sespa, como Alcer (Asociación de enfermos renales) como Cruz Roja, querían eliminar. Sin embargo, tras la protesta de los pacientes que están en dicho turno, se está valorando si es factible el mantener ese horario. Aunque se ve complicado. "Intentaremos que todo el mundo esté contento, pero ofreciendo terapias de ocho de la mañana a once de la noche deberíamos ser capaces de contemplar todas las necesidades", indicó ayer Pedro Herce, gerente de Cruz Roja. De hecho, ya se está buscando una solución para algún caso puntual de trabajadores que usan el turno de madrugada por ser el más conveniente para su vida activa.

Sin embargo, algunos de los afectados por el trastorno del cambio de horario, como Miguel Ángel Fernández, se mostraban ayer muy enfadados tras las informaciones aportadas por responsables del hospital. "Dicen que nos lo quitan y no hay más. Aún no se sabe cómo lo van a organizar, o cómo nos van a cambiar los horarios, pero parece claro que se niegan a contemplar que el turno de noche no era penoso para nosotros sino que estábamos muy contentos con él. Estamos muy disgustados, nos sentimos maltratados y creemos que así no se debería tratar a los pacientes. Las cosas se tienen que hablar antes", criticó con enfado.