Las nuevas tecnologías y los dispositivos móviles han abierto a cada vez mayor número de ciudadanos la posibilidad de hacer cine. "La producción de películas se ha democratizado", afirma el productor, cineasta y crítico Javier Rueda, para quien ese crecimiento del número de aficionados a los que les da por filmar su propia historia tiene un problema. Es, al menos, lo que él opina: "Hay mucha gente que hace sus obras, pero con un cierto descuido en la forma que les impide entrar en los circuitos".

Son algunas de las cuestiones que este joven productor, director ejecutivo del sello independiente AVED Producciones (más de un centenar de títulos proyectados en diferentes festivales), tiene previsto abordar hoy en la charla "Produce tu película de bajo presupuesto. Herramientas y consejos para sobrevivir en el intento". Estará acompañado por el director de cine Gonzalo López. Ambos participan estos días en la nueva entrega del festival "Peor... ¡Imposible!", certamen que dirige Chus Parrado y en el que se dan acogida a peculiares filmes con cierto tirón popular.

"Son películas que, con la desaparición de las salas, han dejado de hacerse", señaló Gonzalo López, para quien ciertas plataformas digitales pueden ser estratégicas para mantener un cine que, pese a sus evidentes insuficiencias, ha tenido siempre un público fiel.

¿Qué consejos ofrece Rueda para mejorar esos productos cinematográficos que salen de la voluntad, la afición al arte y las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías? "Todo director es también un productor y hay que conocer los aspectos que interesan a la hora de hacer una película", respondió el joven productor. Y añadió: "Hay que tener en cuenta desde la financiación a la distribución, pasando por las opciones técnicas, porque hay ya herramientas que permiten la mejor calidad; todo eso es lo mínimo necesario". Y lo más importante: "Sentido común".