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Las denuncias vecinales generan al mes diez investigaciones por drogas en Gijón

La Policía Nacional ha levantado 700 actas de incautación de estupefacientes este año gracias a alertas recibidas por correo electrónico, carta o teléfono

Cada mes, la Brigada de Estupefacientes de la Comisaría de El Natahoyo recibe en torno a una decena de denuncias anónimas de ciudadanos que alertan a la Policía de la existencia de locales o pisos en los que se está vendiendo droga cerca de sus viviendas. Las alertas llegan por teléfono -directamente al 091-, a través de correo electrónico -en antidroga@policia.es-, o por carta tradicional. Sea como sea, desde la Comisaría aseguran que todos los avisos generan una investigación posterior. Estos "chivatazos" -fomentados desde hace meses por el Cuerpo Nacional de Policía a través de las redes sociales-, han conseguido convertirse en una de las principales fuentes de información para los funcionarios policiales que luchan contra el tráfico de drogas.

Algunas de las denuncias recibidas en la Comisaría de El Natahoyo llevan a los agentes a impulsar grandes operaciones como la que el pasado mes de agosto se cerró con 15 detenidos acusados de formar el mayor grupo de distribución de hachís de la ciudad. En otras ocasiones, apuntan los propios investigadores, las alertas ciudadanas se saldan con intervenciones puntuales en bares en los que se permite el consumo de estupefacientes. "A veces se ve que no hay mucho hilo del que tirar, se observa que en el bar del que nos hablan los vecinos no se vende pero sí se consume y se decide hacer una inspección en colaboración con funcionarios de otros grupos de la Comisaría", explica una portavoz del Cuerpo Nacional de Policía. Estas actuaciones contra el menudeo -la venta de droga a pequeña escala- han permitido a los agentes proponer el cierre de 20 locales permisivos con el consumo de droga y levantar más de 700 actas de incautación de estupefacientes en lo que va de año. Entre enero y julio, se ha detenido, además, a medio centenar de personas acusadas de cometer un delito contra la salud pública en Gijón.

La Policía mantiene que todas las denuncias que les llegan son confidenciales. "En algunas ocasiones se pide al ciudadano que llama que deje un número de contacto para que el grupo de Estupefacientes se pueda poner en contacto con el denunciante. En ese caso los investigadores llaman cuando necesitan ampliar información pero hay que dejar muy claro que todo se hace de forma confidencial. El nombre de la persona que denuncia no aparecerá en ningún caso en ningún atestado policial. El ciudadano no tendrá que ir al juzgado ni testificar", relata la portavoz policial.

Las denuncias ciudadanas anónimas llegan en ocasiones por escrito. Así las envían quienes remiten cartas a Comisaría o los que eligen el correo electrónico. "Mucha gente sigue escribiendo cartas, sobre todo la gente mayor. Al mail nos llega información de gente más joven", apuntan desde Comisaría. Lo cierto es que la presencia de la Policía Nacional en redes sociales como Twitter -en donde es el cuerpo policial con más seguidores del mundo- ha propiciado el aumento de las alertas remitidas al mail destinado única y exclusivamente a informar sobre venta de drogas. Un correo al que a diario llegan miles de informaciones que se distribuyen por diferentes Jefaturas de Policía de toda España. Precisamente gracias a uno de estos mails la Policía Nacional de Gijón consiguió desarticular el año pasado una banda de narcos que operaba en tres barrios diferentes de la ciudad. Fue una de las grandes operaciones contra el narcotráfico. Gracias a estos trabajos, los agentes se incautaron de 105 kilos de hachís y de los 131.000 euros en efectivo que guardaban los cabecillas de la trama. Meses después, ya en agosto de este año, llegó la llamada que permitió detener a 15 personas que distribuían hachís en establecimientos de hostelería de Gijón, Oviedo y Bilbao.

El año pasado, y en buena medida gracias a esta colaboración ciudadana, los agentes de la Brigada de Estupefacientes batieron su récord con la incautación de 250 kilos de droga y más de cien arrestados. Este año van por el mismo camino. La Policía resalta, eso sí, la dificultad de este tipo de operaciones. "Las investigaciones de droga requieren muchas horas de trabajo y exigen cotejar muchos datos. Normalmente los trabajos policiales para la desarticulación de un grupo importante de narcotraficantes lleva meses", explica una portavoz policial.

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