El Ayuntamiento tenía localizadas ayer en la costa gijonesa tres manchas, "una mínima en Estaño y dos entre las playas de Peñarrubia y Serín", según informó la alcaldesa, Carmen Moriyón, que actualizó el estado de la investigación llevada a cabo por los técnicos municipales sobre las densas capas aparecidas el domingo que causaron alarma y provocaron el cierre al baño de La Ñora, en Villaviciosa. Una vez realizada la segunda parte del análisis de las muestras tomadas en dos puntos, Moriyón confirmó la ausencia de vertidos. Igualmente, el Principado ya informó de los primeros resultados del estudio de las ocho muestras marinas que tomaron, que también rechazan, en principio, la vinculación del episodio con las aguas residuales sin depurar que vierte al mar el emisario de Peñarrubia.

"Tras el estudio de otros parámetros, que se hizo a un laboratorio externo, no se detectaron ni aceites, ni grasas, ni hidrocarburos, ni (bacterias) coliformes", explicó Moriyón, que garantizó que el agua es "apta para el baño" en las playas del concejo, después de otro análisis realizado en los doce puntos donde se controla su calidad de forma semanal. "Los parámetros son de normalidad en aguas de baño, incluido Estaño", recalcó la Alcaldesa, que anunció nuevos trabajos. "El 'Helimer' georreferenciará donde quedan restos de manchas, y los bomberos tomarán muestras donde les avisen. Así tendremos más muestras para analizar y nos entrenamos por si ocurre algo en un futuro", explicó.

En resumen, afirmó que "ni se corresponden con vertidos de aguas grises ni hidrocarburos, son tres manchas muy livianas con agua clara alrededor, materia orgánica arrastrada, lo que se produce en veranos calurosos, con algas y medusas fragmentadas". Además, confirmó que el emisario "sigue como estaba" y no ha sufrido rotura alguna. "En esta ocasión tardamos 22 horas en tomar muestras; para la próxima vez, que esperemos que no haya, tardaremos dos", sentenció.

Belén Fernández, consejera de Fomento y Medio Ambiente, informó ayer de los primeros resultados de los análisis hechos por el Principado de ocho muestras tomadas desde El Puntal hasta Peñarrubia. "Hemos encargado una serie de análisis tanto físico químicos como biológicos y nos han dado los resultados de una parte importante, que avalan, en lo que tiene que ver con aceites y grasas e hidrocarburos totales y amonio, que están por debajo de lo significativo y son valores bajos. En principio, con la debida cautela porque faltan por completar análisis, los resultados hasta ahora son de total normalidad", aseguró Fernández, que avanzó que "tendremos más resultados de lo que tiene que ver con las bacterias y posible presencia de materia fecal, y otro indicador importante, relacionado con la demanda biológica de oxígeno".

La depuradora del este

La consejera de Fomento y Medio Ambiente recalcó, en cualquier caso, que "estas conclusiones, este episodio vivido no debe desviar el problema de fondo, que es muy importante, y que es que la zona este de Gijón, la mayor ciudad de Asturias, está hoy por hoy sin depuración". Se refirió así a la situación de la depuradora de El Pisón, paralizada por la sentencia ganada por los vecinos.

"Somos conscientes de que la situación desde el punto de vista judicial es laberíntica, con piezas relativas al recibimiento de pruebas, recursos en marcha, pero eso en modo alguno puede justificar que no se tomen medidas", reivindicó Belén Fernández, que añadió: "La iniciativa política y el papel de las instituciones tiene que sobreponerse a esa dificultad, tomar las riendas del proceso y buscar soluciones". Se dirigió en concreto al Ministerio de Medio Ambiente. "Ni el verano ni la situación de interinidad del gobierno de España pueden ser excusa ni razón para que no se dé la cara y se actúe en este proceso convocando de manera inmediata a una reunión a las partes (Ayuntamiento, Principado y Ministerio), que se sienten en torno a la búsqueda de soluciones. Llevamos tiempo reiterando la celebración de esta reunión, desde que se produjo el último auto judicial, y el silencio del ministerio es preocupante. Que pasen de esta actitud de apatía respecto a este gran problema ambiental, porque de lo contrario vamos a tener que considerar que el silencio es complicidad con un daño ambiental", sentenció la consejera.