Todo apunta a que fue una falsa alarma. El revuelo entre bañistas generado por las manchas aparecidas en la costa este gijonesa y que llegaron a Villaviciosa, donde cerraron al baño la playa de La Ñora el domingo, se debió, seguramente, a una plaga de algas, mezclada con espuma de mar y "restos gelatinosos que podrían ser de medusas", según explicó ayer Carmen Moriyón, alcaldesa de Gijón, apoyándose en los primeros análisis de laboratorio de muestras tomadas del mar afectado por un inspector medioambiental del Consistorio. Lo que en un principio se atribuía, de forma extendida, a fugas en el emisario de Peñarrubia, que vierte al mar las aguas residuales de la zona este del mayor municipio asturiano, ha resultado ser, de confirmarse los resultados del laboratorio de la Empresa Municipal de Aguas, una concentración de restos orgánicos marinos.

"Las dos muestras tomadas no presentan restos de aguas residuales", recalcó ayer Moriyón, que se mostró prudente hasta que finalicen los análisis. Igualmente descartó una rotura en el emisario de Peñarrubia -que está en proceso de reparación- a tenor de inmersiones realizadas por buzos enviados por el Ayuntamiento. Éstos también realizaron inspecciones del emisario el martes y jueves pasado de cara a su futura reparación.

Moriyón explicó el protocolo llevado a cabo por el gobierno local. "El domingo, en torno a las diez y media, la Policía Local se puso en contacto con el Seprona (Guardia Civil) a raíz de una llamada de un vecino, pero al ser alta mar y no ser hidrocarburos, se dio traslado a Salvamento Marítimo, y de ahí al Principado, autoridad competente. Se hicieron inspecciones visuales hasta ese momento, nadie tomó una muestra. Pero a las ocho y media, en coordinación con El Principado, yo decido que lo primero que debemos tener es una muestra del agua. Y hoy (por ayer) a las ocho de la mañana los bomberos visitaron en lancha con un inspector del servicio de medio ambiente la zona afectada", relató Moriyón.

A partir de ahí, el laboratorio empezó su trabajo. "Decidimos llevar las muestras al laboratorio de la Empresa Municipal de Aguas (EMA) y pedimos que se llevase a los buzos a revisar el estado del colector de Peñarrubia, porque ya teníamos 25 inmersiones realizadas la semana pasada y queremos comparar unas imágenes y otras", continuó explicando Moriyón, que añadió: "La impresión es que se trata de una mezcla de espuma del mar con algas y restos de medusa. Es lo que los técnicos ven en el microscopio. Según dicen es un alga roja y un protozoo".

Se refieren los análisis municipales a un tipo de "algas matas algodonosas de color rojo que se identifican como el alga roja 'Asparagosis armata'". Y aclaran que "están formadas por finos filamentos que pueden alcanzar 3-4 centímetros de longitud y que se dispersan por flotación por el agua del mar". Moriyón recordó que "es una especie invasora procedente de las costas de Australia y Nueva Zelanda e introducida con los cultivos de ostras". Agregó que el mar de fondo pudo remover las algas, así como que los malos olores se pueden deber a que al removerlas han aparecido algas en estado de descomposición.

La Alcaldesa también explicó que se realizaron mediciones del PH del agua "in situ" con resultados normales, y que se está a la espera de completar el análisis de las muestras, así como se han tomado otras en los doce puntos del concejo donde cada semana se mide la calidad de las aguas, con buenos resultados habitualmente.

El Principado, por su parte, tomó sus propias muestras en una lancha del 112. Asimismo, el Helimer de Salvamento Marítimo sobrevoló la zona para valorar la magnitud de las manchas. Desde la Consejería de Fomento y Medio Ambiente del Principado no adelantaron todavía resultados de sus análisis.

Partieron en lancha desde El Puntal (Villaviciosa) hasta la playa Peñarrubia, donde se encuentra el "sospechoso" emisario. Belén Fernández, consejera de Fomento, se puso en contacto con Moriyón y con Alejandro Vega, alcalde de Villaviciosa. Si bien los presentes en las lanchas advirtieron en muchas manchas la presencia de algas y restos gelatinosos, como apuntan los análisis del Ayuntamiento de Gijón, se muestran cautos a la espera de los resultados.

Efectivamente vieron "las manchas con medusas y algas", pero también había otras "de espuma marrón densa, por lo que hay que esperar a mañana para determinar de qué se trata", según indicaron algunas fuentes.

Desde el Principado subrayaron "la necesidad de que las administraciones trabajen codo con codo por esclarecer lo ocurrido y conocer la afección ambiental a las aguas". Igualmente, Carmen Moriyón agradeció la colaboración de Guardia Civil, Salvamento Marítimo y de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente del Principado.

En cualquier caso, los primeros datos facilitados por el Ayuntamiento apuntan a una falsa alarma, aunque seguirán controlando las manchas. "La recomendación por ahora es vigilarla y esperar a ver si se autolimita", manifestó Moriyón, que sentenció que "por ahora no hay peligro para el baño".

No obstante, hoy se conocerán los datos de los análisis realizados por el Principado, así como el Ayuntamiento ampliará la información una vez se complete el trabajo realizado por sus técnicos. Así, se podrá confirmar si al final sólo eran algas y trozos de medusa.