Las críticas que ha despertado la celebración de un festival de ocio durante el fin de semana en el parque Isabel la Católica se apagarán "en cuanto la gente venga aquí y vea lo que tenemos preparado". Esa es, al menos, la esperanza de los organizadores del Gijón Central Park que ayer abrió sus puertas en medio de la polémica por la utilización de un espacio verde para este tipo de eventos. "Hemos quitado hasta la música del carrusel para niños, vamos a ser muy respetuosos con el entorno", señaló Marino González, promotor del festival. El concejal de Festejos del Ayuntamiento, Jesús Martínez Salvador, rechazó por su parte que este certamen abra la puerta a futuras utilizaciones del recinto. "Es un enclave único que sólo se puede utilizar para este tipo de cosas una vez al año", argumentó el edil insistiendo en que "esto no es un megabotellón". "Es un certamen centrado en las familias con actividades muy blancas para todos los públicos y en el que se reúne a la mejor hostelería de Asturias", defendió.

Marino González destacó, en la misma línea, que en el Central Park se han dado cita 26 hosteleros, 21 de Gijón y el resto de otras poblaciones de Asturias. "Éste era una parque que tenía poca vida y ahora vemos que está viniendo mucho público. Las críticas se van a desvanecer en cuanto la gente vea que no superamos los 80 decibelios y que los conciertos son acústicos y terminan a las diez de la noche", enfatizó el organizador haciendo hincapié en que las zonas que más ruido generan "están lejos de las aves migratorias".

Lo cierto es que quienes decidieron pasarse ayer por la primera mañana de celebración del festival se mostraron encantados con la celebración del certamen. "Está bien que se haga algo así para venir con la familia", aseguró el gijonés David Sánchez admitiendo que el evento "es más para gente de aquí que de fuera". "No veo a los patos estresados, los decibelios son los adecuados y no se molesta mucho a los vecinos", admitió por su parte Alejandro Fernández, que acudió al festival acompañado por su pareja ayer por la mañana para conocer el evento con la esperanza de poder "volver a darme otra vuelta por aquí" en los próximos días.

Pero ayer también hubo espacio para las críticas. A pesar de que reconoce que el evento "no dañará a la fauna" y que las aves silvestres que puedan dejar la zona por el ruido "acabarán volviendo", el periodista Benigno Varillas, Premio Nacional de Medio Ambiente en 1989, criticó el uso de Isabel la Católica. "Es más bien un tema psicológico, nadie se plantearía hacer conciertos dentro de la Catedral de Oviedo, hay joyas que no se deben tocar. En este parque puedes ver aves que no se asustan cuando pasas a su lado y que tendrías que recorrer kilómetros para encontrártelas en parques naturales como el de Doñana", argumentó el experto.

Gijón Central Park se celebrará hasta el próximo domingo. Los promotores del festival ya organizaron en Semana Santa en la zona el campeonato de España de Food Trucks.