La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Un tercio de la plantilla de Apta, en edad cercana a la jubilación

La ley permite retirarse a partir de los 52 años, de manera voluntaria, a los trabajadores con mayor discapacidad

Por la izquierda, Luis Ángel Simón Yanes, administrador único de Apta; el director general, Pablo Álvarez Cachero, y el presidente de la asociación de padres, Joaquín Fernández, en el centro de empleo. JULIÁN RUS

Cerca de un tercio de los discapacitados que trabajan en el centro especial de empleo Apta podrían jubilarse a lo largo de los próximos años, debido a que la ley permite a los trabajadores con más de un 45% de discapacidad acceder a la jubilación ordinaria a partir de los 52 años.

Apta cuenta con una plantilla de 185 trabajadores, de los que 155 son discapacitados psíquicos. De estos últimos, 48 superan los 50 años de edad. La normativa establece coeficientes reductores para los trabajadores discapacitados (que operan de forma similar a los coeficientes reductores que existen para determinadas profesiones, como la minería o la pesca). En la práctica, eso supone que buena parte de los trabajadores de Apta podrían acogerse a una jubilación ordinaria con 54 años. Los coeficientes reductores son distintos en función del grado de discapacidad y del tiempo que se ha trabajado con ese grado reconocido.

El acceso a la jubilación con esas edades no es obligatorio, sino que la debe solicitar el propio trabajador voluntariamente, explican desde Apta. La dirección de la empresa también apunta que cuenta con trabajadores que por sus circunstancias podrían solicitar una incapacidad laboral absoluta, si bien en muchos casos tendrían antes que solicitar una revisión por la administración de la valoración de su grado de discapacidad. Con una incapacidad absoluta reconocida, los discapacitados mantendrían los mismos ingresos que trabajando en el centro especial de empleo.

Tanto las jubilaciones como las incapacidades se pueden dar sólo con el acuerdo de los familiares o tutores de los discapacitados. El centro especial de empleo, en todo caso, deja abierta esa posibilidad como vía para rejuvenecer una plantilla que tiene una media de 46 años de edad y a la que no se pueden incorporar algunos discapacitados que están actualmente siendo atendidos en el centro ocupacional de la Asociación de Padres y Tutores de Antiguos Alumnos del Sanatorio Marítimo. Mientras no se produzcan bajas, Apta no puede incorporar a nuevos trabajadores en su plantilla.

Compartir el artículo

stats