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Las primeras decisiones del "plan Reto" para la Administración local

El Ayuntamiento dividirá todas las áreas municipales en tres grandes gerencias

El nuevo modelo, que afecta a 2.500 trabajadores y supone la mayor reforma administrativa desde 1992, elimina el diseño por concejalías

El Ayuntamiento dividirá todas las áreas municipales en tres grandes gerencias

Adiós a las direcciones generales, a las jefaturas de servicio, a las jefaturas de unidad... y a todo un entramado organizativo diseñado por concejalías. El Ayuntamiento de Gijón, con Foro al frente del equipo de gobierno, acaba de dar el primer paso para hacer realidad el mayor cambio en la organización del trabajo municipal desde 1992, hace casi un cuarto de siglo. La reforma afecta de manera directa o indirecta a cerca de 2.500 trabajadores, que conforman las plantillas estables del Ayuntamiento, sus tres organismos autónomos y el entramado de empresas municipales.

El nuevo punto de partida es dividir el trabajo municipal en tres grandes ámbitos que responden a los elementos de ciudadanía, administración interna y territorio. Piezas de la acción de un ayuntamiento que se fijan en la ley de Haciendas Locales y que se han considerado las más oportunas para reordenar el sistema de trabajo en Gijón. A cada ámbito le correspondería una gerencia: a la ciudadanía, la gerencia de Acción Social y Desarrollo Comunitarios; al trabajo interno, la gerencia de Organización Municipal; y al territorio, la gerencia de Ciudad Habitable y Ecología Urbana. Las gerencias responderían ante el gobierno local y sus responsables estarían dentro de la estructura política al utilizarse la figura de directivo público profesional.

De las gerencias colgarían -sin ningún paralelismo con la distribución actual- una serie de áreas: de proximidad ciudadana y gobierno abierto, de seguridad, convivencia y civismo, de empleo y desarrollo sostenible, de gestión y desarrollo interno y económico-administrativo. A un nivel inferior estarían los departamentos y luego las unidades. A esas áreas se vincularían para una mejor coordinación las empresas y organismos autónomos.

"Es un modelo disruptivo con todo lo anterior incluso con las denominaciones. La terminología aquí es importante porque un nuevo modelo de gestión implica un nuevo modelo de pensamiento", explicaba ayer la edil de Hacienda y Administración Pública, Ana Braña, tras salir de la comisión extraordinaria donde se presentaron a los grupos de la oposición el manual de estructura y el organigrama que dan vida a las dos primeras acciones de las 46 que se integran dentro del denominado Plan de Reforma y Transformación Organizativa ("plan Reto"). La presentación se repitió luego para los representantes sindicales. Unos y otros tienen alrededor de un mes para presentar sugerencias.

Fin a los reinos de taifas

La propuesta lleva la firma de la empresa Consultores de Gestión Pública que empezó su trabajo en Gijón con una radiografía de la situación municipal con resultados más que negativos. "Con ese modelo queremos evitar los grandes reinos de taifas y que cada servicio o dirección actúe en forma de estanca", explicaba ayer Braña en referencia a uno de los males detectados en el informa. Allí también se hablaba de mal clima laboral, jefaturas infladas y jefes sin personal a su cargo y descoordinación y falta de eficiencia en el trabajo.

La repercusión directa sobre cada uno de los trabajadores municipales se verá cuando todos estos cambios se concrete en el inventario de puestos y tengan nombre y apellidos en la relación de puestos de trabajo (RPT). En cualquier caso, el compromiso del equipo de gobierno es que "nadie pierda poder adquisitivo". El cambio será progresivo y, como ayer mismo recordaba Braña, se aprovecha de una circunstancia importante en el escenario laboral del Ayuntamiento: en los próximos cinco años se va a jubilar el 9% de la plantilla y, entre quienes quedan, hay un alto porcentaje de mayores de 55 años. Así se fusionarán los proceso de cambio de plantilla y de cambio de modelo de trabajo.

El cronograma, que la propia Braña definió como "muy optimista", plantea tener cerrada la operación en 2019, coincidiendo con el final del mandato, aunque las primeras acciones no se verán hasta el año que viene. El objetivo, en cualquier caso, es fijar un modelo que perdure más allá de los cambios de gobierno y de concejales.

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