Diego Rubio tiene 23 años, es batería y el único chico que se presentó ayer a la prueba para formar parte del Coro Joven de Gijón. "Me apetece aprender lo que es la música de verdad, y esta es una gran oportunidad, ya que no tengo tiempo para ir al Conservatorio", indicó. Junto a Diego otras ocho personas hicieron una prueba de voz frente a Santi Novoa, el director del Coro Joven de Gijón. Y la experiencia fue muy positiva. Los nueve se marcharon satisfecho y el próximo lunes probarán junto a los 17 componentes que ya están en el Coro Joven.

Este proyecto fue impulsado hace un año para rejuvenecer la música coral de la ciudad. Se buscaban jóvenes de entre 16 y 30 años. Y ayer, en la prueba celebrada en el Colegio Jovellanos, respondieron casi una decena a la llamada. "Siempre me gustó cantar, como lo hacía mi abuela, mi madre o mi tío. Yo en casa canto a todas horas, en la ducha, en la habitación, por los pasillos... y además canto con un amigo que toca la guitarra y toco el piano desde los siete años. Soy una apasionada de la música y creo que es una buena oportunidad la de forma parte de este Coro Joven", indica una animosa Lucía Trevejo, de 17 años.

El Coro Joven lo dirige Santi Novoa, que también está al frente de la Coral Polifónica Asturiana "Anselmo Solar". Asimismo es componente del grupo "Warcrys" de heavy metal y de gran éxito entre los jóvenes. Este proyecto cuenta con el apoyo de la Federación Coral Asturiana (FECORA). "El balance es positivo. Esperábamos algún chico más en la prueba, pero todos los que han venido tendrán una oportunidad y ensayarán con el Coro Joven todos los lunes y miércoles a partir de la próxima semana, por lo que ya seremos unas 26 personas", destaca Marcelino Martínez, presidente de FECORA. "Estamos contentos con la implantación que ha tenido, pero seguimos abriendo la puerta a todos los que quieran venir. Ya hay muchos coros que organizan certámenes a nivel regional que nos piden que vayamos", añade Martínez.

Otra de las voces que quiso demostrar que tiene un hueco en la música coral gijonesa fue la de Natalia Blanco, de 17 años, y que aprovechó ayer para quitarse la timidez que le echaba para atrás. "Siempre me gustó cantar, pero no me atrevía. Pensé que en un coro, con más gente, se me puede quitar el miedo", indicó antes de recalcar la necesidad de rejuvenecer las agrupaciones corales, cuya media en Gijón supera los sesenta años. "Es importante que haya gente joven", apuntó.

Uno de los problemas a que se enfrenta la música coral entre los más jóvenes es la escasa presencia de hombres. Ayer el único que hizo la prueba fue Diego Rubio. "Me parece extraño que haya un porcentaje tan alto de mujeres porque en los ambientes de la música que me muevo hay muchos hombres, y dicen que no tienen reparo en cantar, pero luego en los coros la gran mayoría son mujeres", comentó.

Bajo el lema "Queremos que tu voz se oiga", el Coro Joven de Gijón dio un paso más en su crecimiento. Paso a paso, pero con una sintonía y un notable tono de voz.