La empresa se lleva en el ADN y se fomenta desde la más tierna juventud, aunque finalmente los herederos de las sagas empresariales decidan seguir su propio camino y volar lejos con sus iniciativas. Así, al menos, se puso ayer de manifiesto en la clausura de un innovador curso de formación organizado por la Asociación Asturiana de Empresa Familiar destinado a los jóvenes sucesores entre los 14 y los 17 años.

Se trata de un programa de formación original en el que participó una veintena de "cachorros" de las empresas familiares asturianas, con representantes de compañías como Alsa, Ardis, Adaro Tecnología, Geinco, Alvemaco, Inelac, MasyMas, Casa, Futuver, Maeza, Arkimax e Impact 5. Hijos, nietos o sobrinos de sagas empresariales que ven en ellos el futuro. O no, porque como todos los jóvenes coincidían ayer, "en la familia nadie nos presiona para que sigamos en la empresa; siempre nos dicen que hagamos lo que queramos y lo que nos guste".

Así lo confiesa Álvaro Cabal, de 16 años y vinculado a la constructora Geinco. "Tengo pensado estudiar Economía, un curso de Marketing y crear mi propia empresa, que en el futuro se podría juntar a la de la familia", afirma con plena seguridad en sí mismo. Eso sí, "en casa me dejan completa libertad para elegir lo que yo quiera". Su hermano Jaime, de 14 años, no lo tiene en cambio tan claro. "Me gustaría hacer Arquitectura, lo de la empresa le pega más a mi hermano mayor, que quiere ser como mi padre", bromeaba antes de reconocer cómo la actividad formativa le estaba siendo muy últil para "orientar un poco el futuro, porque nunca se sabe".

En el caso de Inés García-Marina, de MasyMas, el futuro se presenta más variado. "La verdad es que me gustaría probar otras cosas, algo relacionado con el Derecho, y poder tener una experiencia de estudios y de formación en el extranjero, nadie me presiona para que siga en la empresa familiar", afirma la joven, de 17 años.

Pablo Junceda, de 15 años y miembro de la saga de los Cosmen y con la empresa Alsa siempre presente, afirma que le gustaría entrar en la Marina, una profesión en principio alejada de la tarea familiar. "Y mi padre me apoya, porque a él es un mundo que también le gusta mucho", asevera.

Todos ellos han participado en tres sesiones formativas impartidas por Carmen Cruz y Elena Martín, consultoras de Futuver, en un programa denominado "Impulsando el talento". A lo largo de tres sábados los chavales han desarrollado sus competencias de una forma práctica para contar con una primera pincelada de conocimientos empresariales, aunque los valores de la empresa familiar "los tienen perfectamente presentes", aseguran las formadoras. Los jóvenes han pasado una entrevista personal en profundidad antes de enfrentarse a la formación en campos como el liderazgo y el trabajo en equipo, la planificación estratégica y el emprendimiento y marketing, comunicación y tecnología. Cruz y Martín elaborarán un informe personalizado sobre cada joven para remitirlo a las familias, en el que se detallen las competencias detectadas en cada uno de ellos.

La formación ha sido "muy interesante" para Pedro Fernández, del grupo inmobiliario Ardis. Con 17 años, espera estudiar una ingeniería y "la idea de seguir con la empresa me gusta", afima, encantado con la posibilidad de haber probado "ejercicios prácticos con situaciones reales".

Ayer mismo los jóvenes se encontraban inmersos en la presentación de diseños y proyectos de su invención, por equipos, con la técnica del "elevator pitch", es decir, con un tiempo muy limitado de apenas tres minutos en el que deberían atraer la atención de sus interlocutores. Un reto que todos valoraron muy positivamente porque "les acerca a la realidad empresarial en que viven sus familias".

El balance de la actividad ha sido también muy satisfactorio para los organizadores, como señala Julia López, directora de la Asociación Asturiana de Empresa Familiar. "Hemos visto que los chicos están muy bien formados, con muy buenas notas en sus estudios y que todos están muy seguros de sí mismos, lo que es muy bueno para sentar las bases del futuro de la empresa familiar". Y además, también es importante para que "los herederos de las sagas regionales se vayan conociendo entre ellos y guarden una buena relación", reflexiona López.

La tarea formativa continuará también entre los más pequeños de las empresas, con un taller previsto para niños entre 6 y 13 años desarrollado por Fida Consultores. Se titulará "Continuadores para la empresa familiar", y se celebrará en Oviedo en los próximos meses para educar en valores y competencias desde la infancia. Se trata de un programa novedoso en España, para ir inculcando el espíritu empresarial en los que están llamados a llevar las riendas del futuro.