La Policía Nacional de Gijón desmanteló el pasado viernes un laboratorio de cocaína gracias a una denuncia relacionada con la violencia de género. Los hechos tuvieron lugar en torno a la una de la tarde. Fue entonces cuando los funcionarios encargados del arresto acudieron a la llamada de una mujer que había solicitado ayuda policial para abandonar el domicilio que compartía con su expareja, un hombre al que se acusaba de haber cometido un delito de malos tratos.

Cuando los agentes de la Comisaría de Policía Nacional de El Natahoyo acompañaron a la mujer hasta el trastero se dieron cuenta de que en el interior del inmueble el ahora detenido ocultaba una prensa, una batidora con restos de sustancia blanca, una estufa para el secado de estupefacientes, dos moldes para fabricar cocaína y varios botes blancos de manitol y cafeína, sustancias que se suelen utilizar para mezclar droga. El presunto traficante contaba con antecedentes penales por delitos contra la salud pública y malos tratos cometidos en el pasado.