Un estudio difundido ayer por la Oficina Europea de Medio Ambiente (vinculada a grupos ecologistas europeos) con el aval de la Sociedad Europea de Enfermedades Respiratorias, estima en 245 las muertes prematuras que se producen en Asturias como consecuencia de las emisiones contaminantes de las cuatro centrales térmicas radicadas en la región, de las que 140 -más de la mitad- las atribuye a la polución de la térmica de Aboño.

En cuanto a las muertes prematuras anuales que el estudio atribuye a las otras centrales, son 46 en el caso de la de Soto de Ribera, 32 en el de Lada y 27 en el caso de la térmica de Narcea. En el conjunto de toda España, las muertes prematuras por emisiones de térmicas de carbón ascienden a 1.530 al año, según el citado estudio.

En base a los datos del citado estudio, Ecologistas en Acción ha realizado una proyección sobre las enfermedades y costes laborales y sanitarios que atribuye a las térmicas. En el caso de la de Aboño, Ecologistas en Acción le atribuye 4.432 ataques de asma en niños al año, 96 casos de bronquitis en adultos, 48.732 las jornadas de trabajo perdidas y 396 millones de euros al año en costes sanitarios.

La organización ecologista pide ante estos datos que el Principado fije límites de emisiones contaminantes más estrictos, para "salvar cada año cientos de vidas en nuestra comunidad".