El gijonés de 62 años acusado de acosar durante dos años a la dependienta de una tienda de la zona centro reconoció ayer ante el juez los hechos que le imputaba la Fiscalía. El reo aceptó como condena pagar una multa de 1.350 euros y una indemnización de 3.000 euros por daños morales.

El acoso comenzó en 2014. Fue entonces cuando el hombre empezó a acudir a la tienda en la que trabajaba la víctima. El reo "procuraba enterarse de las circunstancias personales de la denunciante preguntando a las compañeras de la mujer, a los empleados de otros locales y a los trabajadores de la misma cadena que se encontraban en Oviedo". El acusado iba a diario a la tienda. Los jefes de la denunciante, a la que el hombre llegó a seguir al Grupo Covadonga, tuvieron que contratar un vigilante de seguridad. El hombre llegó incluso a escribir una carta en la que amenazaba con "provocar un drama".