El neurólogo acusado de mentir en un juicio por incapacidad -para el que la Fiscalía pide tres años de inhabilitación como perito y una multa de 3.600 euros-, negó ayer ante el juez ser el responsable de una "mala praxis". "Acudí al proceso de incapacidad como perito propuesto por una parte de la familia. Yo no tenía intereses en el asunto. La señora estaba en silla de ruedas cuando la reconocí, pero una vez aplicadas las pruebas vi que no tenía demencia", aseguró el facultativo, al que demandan las familiares de la enferma que en su día le contrataron, en un proceso juicial iniciado por disputas por una herencia.

La versión del médico varió dos años después de ese primer examen, cuando el asunto pasó de primera instancia a la Audiencia Provincial, por un recurso. Ante este tribunal, el neurólogo reconoció que la paciente presentaba entonces una demencia "severa" y que la enfermedad había evolucionado en los dos últimos años. "Llevo más de cuarenta ejerciendo la profesión sin ninguna querella. Tengo la impresión de que a los demandantes no les gustó el dictamen y se querellaron", relató el médico.

El neurólogo reconoció ante el juez que la mujer "estaba sometida a una situación de mucha presión por las peleas familiares" y que esa presión podía haber alterado los resultados de su test. El juicio se suspendió ayer sin fecha, a falta de una prueba.