La Policía Nacional ha detenido a dos vecinos de Gijón -un hombre de 48 años y una mujer de 34-, acusados de estafar a nueve familias de la ciudad a las que cobraron por adelantado trabajos de reforma que no llegaron a realizar. Los agentes encargados de la investigación aseguran que los ahora imputados se quedaron con más de 100.000 euros gracias a las prácticas fraudulentas que llevaban a cabo en su empresa. Una de las familias tuvo que mudarse durante varios días a un hotel porque no podían utilizar los servicios básicos de su casa.

La investigación que ha permitido el arresto de los dos delincuentes comenzó hace semanas, cuando llegaron a la Comisaría las denuncias de los primeros estafados. Estos gijoneses aseguraron que habían contratado trabajos de mejora y rehabilitación de sus viviendas con una empresa de reformas que no había cumplido con los términos estipulado en el contrato y que había dejado los trabajos sin concluir.

La Policía mantiene que a pesar de que los encargados de la empresa ahora detenidos "no podían hacer frente al pago de obreros ni proveedores, seguían admitiendo encargos y exigiendo el pago de las obras por adelantado a sabiendas de que no iban a poder afrontar los nuevos proyectos". Los agentes insisten en que los ahora imputados eran conscientes de que "iban a causar agravios a las personas que hubiesen confiado en su diligencia y profesionalidad".

Los agentes del Grupo de Delitos Económicos han recopilado hasta la fecha nueve denuncias de vecinos perjudicados por la actuación fraudulenta de esta empresa de reformas. Los clientes habían entregado una media de 12.000 euros cada uno a los detenidos para la ejecución de las obras. Los acusados no aportaron garantías de su solvencia ni devolvieron el dinero. Los dos imputados fueron detenidos como responsables de un delito de estafa por el que ahora deberán responder ante la justicia.