El hombre arrestado el pasado mes de julio por grabar supuestamente imágenes de menores en las instalaciones del Grupo Covadonga ha sido detenido de nuevo en Gijón en ejecución de una orden de búsqueda dictada por un juzgado de Bilbao tras ser condenado por un delito previo de pornografía infantil, y ha sido trasladado al centro penitenciario de Villabona.

El Juzgado de lo Penal número 7 de Bilbao dictó el pasado martes la orden de detención e ingreso en prisión para el cumplimiento de una pena de dos años de cárcel, y su detención se produjo ayer por la mañana en su puesto de trabajo en el Parque Científico Tecnológico de Gijón.

El hombre fue condenado el pasado mes de mayo en sentencia de conformidad por un delito de pornografía infantil tras encontrarse en su ordenador más de 100.000 archivos de imagen y vídeos que compartía en internet.

El hombre, que ya está cumpliendo su pena, es asturiano de origen, si bien cuando en mayo de 2013 cometió el delito de distribuir esos archivos pedófilos vivía en un piso alquilado del municipio vizcaíno de Laukariz.

El juzgado de Bilbao consideró probado que el acusado usaba una conexión telefónica de internet para compartir, "con pleno conocimiento" con el resto de usuarios de la red mediante un popular programa de descarga de vídeos y de imágenes, "multitud de archivos" con "contenido pornográfico infantil que reflejaban menores de edad en actitud explícitamente sexual".

En el registro de su domicilio en Bizkaia, los agentes ocuparon "un ordenador y demás evidencias informáticas propiedad del acusado", entre las que se localizaron 100.000 archivos de imagen y vídeos explícitos de contenido pornográfico infantil.

Sobre esos hechos probados, la Fiscalía y la letrada del acusado rubricaron un acuerdo por los que asumió una pena de dos años, en virtud de la cual ayer se le arrestó e ingresó en prisión.

Este mismo hombre fue detenido a finales del pasado mes de julio en el marco de una operación contra la pornografía infantil en la que fueron detenidas veintiuna personas en catorce provincias, unos hechos que aún no han sido juzgados.

La investigación comenzó a mediados del pasado año para determinar la posible existencia de un delito de producción de material pedófilo y abusos sexuales a menores por parte de alguno de los detenidos, o su conexión con pederastas que pudieran actuar en la red.

Entre el material incautado en veinticuatro registros domiciliarios se hallaron grabaciones de menores en los vestuarios y duchas de un centro deportivo.

Según explicó entonces la Policía, los arrestados formaban parte de un grupo de usuarios "especialmente activos" en la distribución online de grabaciones de abusos a menores y utilizaban los equipos informáticos de sus respectivos lugares de trabajo y sus redes internas para efectuar las descargas sin ser localizados.

La Policía se incautó de 96 discos duros, 10 ordenadores, 17 dispositivos USB y tarjetas de memoria, 3 tabletas, 68 CD y DVD, donde sed almacenaban varios gigas de fotografías y vídeos ilícitos, y 5 teléfonos móviles.