Manuel Menéndez, presidente de EdP España y de Hidrocantábrico (HC), y Fernando Masaveu, presidente del Grupo Masaveu del que forma parte Tudela Veguín, declararon ayer como testigos en la Audiencia Nacional en el caso por los sobrecostes del puerto de El Musel. También prestaron declaración Marcos Antuña Egocheaga, entonces director de Proyectos e Inversiones de HC, y Julio Peláez González, director general de Tudela Veguín.

Menéndez y Antuña aseguraron a la juez que la construcción de la planta desulfuradora para la térmica de Aboño no suponía un problema para la explotación de la cantera de Aboño y que por lo tanto no se aumentó por esta vía el coste de la obra. Tan sólo hubo, explicaron, algunos problemas menores en una zona determinada debido a la presencia de unos barracones, contingencias menores a las que se habrían unido las dificultades para la obtención de los permisos pertinentes y los que pudiera presentar la familia Suárez-Villar, propietarios de una parte de la cantera de Aboño, aneja a la perteneciente a HC. En febrero de 2007 la cantera de HC se explotó sin que estos problemas fueran un obstáculo infranqueable, agregaron.

En declaraciones previas como investigados del expresidente de El Musel, Fernando Menéndez Rexach y del exdirector del Puerto, José Luis Díaz Rato, éstos sostuvieron que esta cantera no se podría explotar y que Dique Torres debía buscar los materiales para la obra en otros lugares. Al final, estos materiales llegaron en su gran mayoría de los terrenos que Tudela Veguín tiene en el Alto Aboño y Perlora. También se recurrió a canteras comerciales más alejadas de la obra, con el incremente de precios en base al que se justificó un modificado del proyecto por 250 millones de euros.

Fernando Masaveu, por su parte, afirmó ante la jueza que no conocía nada del día a día de Tudela Veguín porque su labor se centra sobre todo en lo institucional y, según estas fuentes aseguró que, "sólo estoy pendiente de la cuenta de resultados y de las operaciones importantes".