Una bicicleta exclusivamente eléctrica, sin cadena ni batería, más ligera, más barata, más eficiente y que se cargue en apenas un minuto. Ése es el proyecto que están llevando a cabo Álvaro Noriega y Pablo García, dos profesores de la Universidad de Oviedo, en colaboración con varios alumnos.

El proyecto no podía ser más ambicioso: cambiar, a largo plazo, la movilidad en las ciudades, haciéndola más fluida, más sana y menos contaminante. A corto plazo, sin embargo, apostaron por construir una bicicleta eléctrica distinta a las convencionales. "Este proyecto surge de la propuesta de dos estudiantes que se pusieron en contacto con nosotros para proponernos la idea", explica Noriega, profesor del Departamento de Construcción e Ingeniería de Fabricación. "Nos gustó la propuesta pero añadimos una innovación en el proyecto, que consistía en eliminar toda la transmisión mecánica, dejarla en una bicicleta exclusivamente eléctrica, lo que nos iba a aportar una serie de ventajas respecto a los modelos convencionales".

Esas ventajas serían: "mayor ligereza, posibilidades distintas a la hora de regular las marchas al no haber cadena, más barata y tiempos de recarga más cortos", analiza Noriega. En datos, esto supone "un 25% de mejora en eficiencia de pedaleo y una reducción del 30% del peso", explica García, profesor del Departamento de Ingeniería Eléctrica, Electrónica de Computadoras y Sistemas. "Además de una ventaja importante en el tiempo de carga, que pasaría de una o dos horas en los modelos tradicionales a apenas uno o dos minutos".

El modelo también incluye alguna contrapartida. "El peso lo eliminamos de la batería, que es sustituida por supercondensadores, por lo que no tenemos un almacenamiento de energía que nos permita mantener funcionando la bicicleta de forma autónoma durante un gran periodo de tiempo, sino que simplemente podemos asistir al pedaleo", enfatiza García. Sin embargo, las pruebas realizadas estiman que "el sistema que tenemos permite obtener la máxima potencia durante un minuto, lo que se considera suficiente para un trayecto urbano de unos 5 o 10 kilómetros", aseveran los creadores.

Este proyecto en fase experimental, que podría estar listo en un año, se ha convertido en el aventajado trabajo de fin de máster de los dos alumnos que propusieron la idea, ahora en colaboración con la Universidad de Nottingham y el Politécnico de Milán.