El Tribunal Supremo acaba de rebajar la condena que en su día le impuso la Audiencia Provincial a un vecino de Gijón acusado de intentar matar a su novia en Oviedo. El reo, que roció con gasolina a la víctima y le prendió fuego, fue castigado con 12 años de privación de libertad que ahora el Alto Tribunal rebaja hasta los diez años de cárcel al reconocer que -tal y como había argumentado el abogado del detenido-, el imputado trató de apagar las llamas cuando se dio cuenta de lo que había sucedido.

Los magistrados encargados de estudiar el recurso no aceptan que el reo pueda ser considerado responsable de un delito de asesinato en grado de tentativa y le atribuyen la autoría de un delito de lesiones con deformidad grave. En el fallo se recoge que la discusión comenzó cuando el agresor le pidió explicaciones a su novia por un número de teléfono que la chica tenía apuntado en un papel. "Cuando la mujer estaba dormida el acusado cogió una botella con gasolina, entró en el dormitorio, roció a la víctima y le prendió fuego", asegura el tribunal.