La Policía Local detuvo ayer, alrededor de las once de la mañana, a un hombre acusado de robar un coche que se encontraba parado en la confluencia entre las calles Manso y Hurlé. Al parecer y según los testimonios de los testigos, el presunto ladrón aprovechó que el dueño del vehículo se había dejado las llaves puestas y el motor en marcha mientras hacía un recado. Los agentes desplazados hasta el lugar del suceso persiguieron al acusado por varias calles del barrio de La Arena.

El hombre intentó evitar la presencia de los funcionarios circulando en dirección contraria por la calle Aguado. La Policía pudo finalmente darle el alto al ladrón en la confluencia entre la citada calle y Marqués de Casa Valdés, sin que durante la persecución hubiera que lamentar heridos.

El acusado arrojó un resultado positivo en los test de alcoholemia a los que fue sometido. El suceso causó una gran conmoción en el barrio de La Arena, en donde a esas horas numerosos vecinos salían a la calle a disfrutar del domingo.