Roberto A. P., el hombre de 63 años acusado de intentar matar a su mujer a martillazos en El Natahoyo continúa ingresado en el área de psiquiatría del Hospital de Jove. El reo podría no recibir el alta hospitalaria hasta la próxima semana. Los médicos que le atienden aseguran que la depresión que padece desde hace días le impiden mantener por el momento un discurso coherente que permita su salida del hospital y su declaración ante la juez de violencia de género que investiga el caso. La Policía sí ha interrogado ya a la víctima, una mujer de 65 años con la que el detenido -que se encuentra bajo custodia policial en el centro médico-, había mantenido una relación sentimental durante los últimos doce años.

Al parecer los problemas de salud mental que padece el arrestado vienen de lejos. El acusado había recibido el alta hospitalaria apenas unas horas antes de la agresión después de permanecer casi una semana ingresado en el mismo área de Psiquiatría del hospital de Jove en el que actualmente permanece bajo la estrecha vigilancia de la Policía Nacional. La juez dictó el martes una orden de alejamiento que impide al reo acercarse a su pareja o comunicarse con ella por cualquier medio durante los próximos días.

Los hechos que ahora están siendo objeto de investigación tuvieron lugar el pasado viernes. El acusado atacó a su víctima por la espalda cuando la mujer estaba tumbada en la cama. El hombre accedió al dormitorio matrimonial armado con un martillo y un punzón. Golpeó a su víctima en la cabeza hasta en cinco ocasiones. La mujer consiguió salir de casa completamente ensangrentada pidiendo auxilio a gritos. Dos vecinos -uno de ellos técnico de emergencias médicas-, asistieron a la herida hasta que la Policía Nacional se hizo cargo de la situación. La propia denunciante aseguró a los agentes que llegaron al número 30 de la calle Luis Braile que su pareja había intentado matarla. El acusado reconoció los hechos. No opuso ninguna resistencia a su detención, guió a los funcionarios policiales hasta las armas que había utilizado y confesó que había golpeado a su pareja porque la había escuchado hablando por teléfono con su hija diciendo que se quería divorciar.

Desde Comisaría aseguran que el acusado -jubilado de Tenneco-, carecía de antecedentes penales. La víctima no había interpuesto nunca una denuncia por violencia de género contra el ahora procesado, al que se podría imputar un homicidio en grado de tentativa.