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El gran día de Asturias

Alejandro San Pelayo Sexteto y "Nothing to Lose" demuestran la madurez del jazz asturiano

La cuota regional parece un aspecto obligado en cualquier evento organizado con apoyo público. Pero, en el caso de "Jazz Gijón", no haber contado con el "Colectivo Asturiano de Jazz" (CAJ) habría sido un error mayúsculo; no sólo por la calidad de los músicos y las formaciones que se articulan en torno a él, sino también porque ellos configuran la familia asturiana del jazz, la escena que mes a mes nutre de público los conciertos de "Jazz en el Centro" o "ConCiertos ConSentidos" y organiza las jam session de Gijón y Oviedo.

Si la mañana del domingo tuvo una vertiente didáctica, con un recorrido por los estilos del jazz titulado "El viaje de Emma. Una historia [del jazz] alucinante..." y narrado por Carlos Mesa a partir de una historia de Emma Martínez, la tarde fue para dos formaciones asturianas con planteamientos jazzísticos consolidados y forjados a través de tiempo y trabajo. La disparidad de las propuestas de Alejandro San Pelayo y "Nothing to lose" dan una idea de lo polifacético del jazz asturiano, una escena en la que encontramos lenguajes diversos que se retroalimentan y configuran un panorama variado que sigue en plena expansión.

Comenzó Alejandro San Pelayo con una formación de sexteto en la que la incorporación de los vientos ofrece nuevos colores y matices a una propuesta caracterizada por la calma. La música de este contrabajista asturiano exige tiempo para una escucha pausada, para dejarse llevar por las atmosferas que construye con progresiones armónicas inteligentes y melodías que evolucionan a base de sucesiones de pasajes a solo. Así, el motivo picado del primer tema fue desarrollándose y sumando sonoridades especialmente sugerentes en los potentes vientos, y en "Dungueregue" un marcado raga condujo el tema de forma inexorable a golpe de pulso. Hubo momentos para la belleza de las melodías en forma de balada y para el empuje más enérgico que imprime el compás ternario. En definitiva, música hecha con buen gusto y con ideas claras.

"Nothing to lose" cambió de tercio y nos condujo a una música más descriptiva con un repertorio que podría leerse en clave de metáfora sonora. Los pasajes de cada tema están pensados para construir una emoción o transmitir un sentimiento: el latido del corazón en el contrabajo de "REM", el acorde obstinado al piano en "Despertador", todas las ideas se van entrelazando de forma conceptual utilizando un amplio abanico de recursos musicales en el que prima el resultado del conjunto más allá de las individualidades. Así quedó patente en "Irreversible" con los intercambios de material entre guitarra y piano, los movimientos de la línea del bajo ajustados a los dibujos de la batería y las puntuales intervenciones del saxo. La suma de estos ingredientes da forma a un lenguaje equilibrado y bien trabajado.

La noche asturiana no acababa ahí, porque la música en directo seguía con "VAV trío" en el café Dindurra, que se ha volcado con el festival "Jazz Gijón" a lo largo de todo el fin de semana acogiendo recitales y jam session después de los conciertos del Jovellanos.

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