La sección séptima de la Audiencia Provincial de Asturias, con sede en Gijón, acaba de condenar a Renfe a pagar -a través de su compañía de seguros-, 840 euros a una mujer que quedó atrapada entre las puertas de un tren en la estación de Gijón. Los hechos que dieron lugar a este pleito judicial tuvieron lugar hace más de dos años, en septiembre de 2014, cuando la mujer se disponía a iniciar un viaje.

La denunciante, de 72 años, no acudió al médico hasta dos días después del suceso. Fue entonces cuando empezaron los dolores cervicales y lumbares. Los facultativos de urgencias que atendieron a la septuagenaria le pusieron un collarín y le recetaron analgésicos y relajantes musculares. Pero la medicación no surtió efecto. La mujer tuvo que acudir de nuevo al médico cinco días después con mareos y dificultades para mover tanto el cuello como el hombro izquierdo.

La septuagenaria precisó tratamiento de fisioterapia. En total tuvo que acudir a 24 sesiones hasta que desaparecieron, al menos en parte, las consecuencias de las lesiones. Los magistrados de la Audiencia Provincial encargados de estudiar la demanda de esta usuaria contra la compañía que cubre el seguro de viajeros de Renfe reconocen que la denunciante ya tenía antes del accidente enfermedades musculares pero insisten en que "la agravación de la sintomatología guarda relación causal con el siniestro relatado". Es por eso que no conceden a la denunciante una indemnización económica mayor al entender que no se encuentra incapacitada para la realización de sus tareas habituales. Contra esta sentencia aún cabe interponer recurso ante el Supremo.